_
_
_
_
INICIATIVAS

Marcos, un fotógrafo de calle digitalizado

Marcos Catalá es en sí mismo un símbolo de la globalización. De entrada, pese a su apellido, es brasileño, pero trabaja en Barcelona, habla portugués y chapurrea castellano.

Hasta aquí todo normal, dado el mundo en que vivimos. Pero ahí donde le ven, Marco es su propia empresa. Ni siquiera es un teletrabajador, es un móviltrabajador. Allí donde va, se lleva el inmobiliario (¿inmobiliario?) a cuestas. Su empresa es esa bicicleta, que es eléctrica. Detrás de su sillín lleva una impresora y las baterías. Y en el cesto delantero carga con una máquina fotográfica digital y un portátil. Su jornada laboral comienza preferentemente por la noche, en las discotecas del Puerto Olímpico. A partir de la una de la madrugada, Marcos -la versión digital del clásico fotógrafo de la BBBC (Bodas, Banquetes, Bautizos y Comuniones)- busca a la clientela que quiera hacerse una foto en ese momento de plena vida loca. Por un módico precio, que deben pagar con la misma inmediatez con que la fotografía se escupe por su bicicleta, los turistas se llevan un recuerdo imborrable. "La noche y los extranjeros son la base de mi empresa", dice Marcos.

El fotógrafo Marcos Catalá, de 40 años, capta sus instantáneas en las zonas de ocio del Maremàgnum y el Puerto Olímpico de Barcelona.

"Hago las fotografías en los lugares donde he obtenido la concesión del Ayuntamiento", asegura este brasileño. "Aunque sobre todo en las discotecas y terrazas del Puerto Olímpico, las que me dan permiso para entrar".

Empezó con una máquina de fotografía instantánea, pero los clientes se quejaban del tamaño de la imagen. Entonces decidió invertir en su equipo: un portátil, una cámara Sony F828, una impresora Canon y una pantalla de televisión de 22 centímetros de diagonal que permite que el cliente vea y elija la imagen en un tamaño en A4. La fotografía nocturna cuesta 12 euros, mientras que la que se realiza por la tarde sólo 10. "Además, llevo fantasía encima según la época del año. Por ejemplo, ahora llevo coronas de reyes y gorros de Navidad", afirma.

Su vehículo es la bicicleta eléctrica: "El esfuerzo es mínimo y, además, resulta más económica, ecológica y te puedes meter por cualquier sitio". Catalá también fotografía a modelos y, de vez en cuando, trabaja como camarero, porque, confiesa el brasileño: "Ya empiezo a tener competencia en este negocio móvil".

Marcos Catalá, con su móvilempresa de fotografía digital.
Marcos Catalá, con su móvilempresa de fotografía digital.ANTONIO ESPEJO

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_