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Zapatero no contempla reunirse ahora con Rajoy ni mediar en la negociación catalana

Carod exige al presidente mayor implicación y la publicación inmediata de las balanzas fiscales

Las conversaciones cruzadas y reuniones discretas de negociación del nuevo Estatuto catalán se reanudaron ayer con tímidos avances. Representantes de CiU acudieron a La Moncloa -hoy lo harán ERC e ICV- para repasar una a una las competencias que Cataluña reclama como propias. Mientras, el líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, exigía la mediación directa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para desbloquear la negociación.El Ejecutivo replicó que no contempla por ahora ni la "intervención directa" de su jefe ni una reunión de éste con Mariano Rajoy, líder del PP, después de que éste le reiterara su oferta de diálogo sobre esta reforma.

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El año 2005 comenzó, políticamente, con una reunión en La Moncloa entre los máximos dirigentes de los dos principales partidos. Pero 2006 no será igual, según Fernando Moraleda, secretario de Estado de Comunicación, quien señaló ayer que el jefe del Ejecutivo no tiene prevista ninguna reunión, ni con Rajoy, a pesar de que el PP le ha animado a convocarla, ni con los partidos catalanes. El Gobierno no prevé de momento una "intervención directa" del presidente, señaló.

De hecho, según Moraleda, la negociación está y va a seguir "en sede parlamentaria". Ésa es la definición oficial, pero lo cierto es que ayer quien se reunió con Francesc Homs y Josep Sánchez Llibre, representantes de CiU, fue Francisco Caamaño, secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes y hombre de confianza de Zapatero, que no es diputado ni tiene cargo alguno en el PSOE, y lo hizo en La Moncloa. También participó en la reunión Miquel Iceta, portavoz parlamentario del PSC. Hoy las tratativas se trasladarán al Congreso.

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En la reunión de ayer, que duró unas tres horas, no hubo grandes avances, según fuentes nacionalistas, que aseguraron salir "muy preocupados" porque creen que los socialistas se han enrocado en sus posiciones. Sin embargo, diferentes fuentes de la negociación coincidieron en identificar avances en ámbitos como la definición de las competencias compartidas y en el desarrollo competencial en los ámbitos de agricultura, entidades financieras y aseguradoras.

Mientras, el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, retomó su habitual ronda con los portavoces de partidos catalanes para intercambiar impresiones y buscar acuerdos. Hoy los contactos continuarán con Esquerra Republicana y con Iniciativa per Catalunya para avanzar en el ámbito competencial y en el capítulo de Justicia.

La negociación ha abandonado por tanto el ámbito multilateral con el que se cerró 2005, con una reunión en Barcelona de todos los negociadores, y ha vuelto al lento goteo de encuentros bilaterales, hasta ahora poco fructíferos. El pesimismo y un cierto hastío se percibe claramente entre los negociadores consultados, aunque nadie da por roto el acuerdo. Simplemente se asume que la marcha es mucho más lenta de la deseada por los socialistas.

Las diferencias entre CiU, que quiere marcar su perfil propio, y el tripartito, que quiere evitar que los nacionalistas queden como salvadores del nuevo Estatuto, complica el recorrido, según fuentes socialistas, nacionalistas, independentistas y ecosocialistas.

"Soy consciente de que estamos en la recta final", señaló uno de los principales negociadores, el líder de Unió, Josep Antoni Duran. "Tenemos que ver en estas dos semanas si hay o no posibilidad de que la ponencia empiece sus trabajos con un horizonte de acuerdo. Si se constata el desacuerdo soy de los que piensan que es mejor no discutir la ponencia e incrementar las diferencias entre los partidos catalanes y los españoles", concluyó. Duran desmintió a Moraleda: "Zapatero ya está interviniendo. Lo ha hecho directa o indirectamente desde el primer día porque está metido en esto hasta las cachas, no nos engañemos".

No considera lo mismo el líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, que ayer emplazó al presidente del Gobierno a "ponerse al frente" de las negociaciones, a "coger el timón" del proceso y "convocar en las próximas semanas una reunión de líderes políticos catalanes" en la que "todos pongamos las cartas sobre la mesa".

Pero para que todo el proceso llegue a buen puerto, Carod ve "imprescindible" otro gesto del Gobierno: la publicación inmediata de las balanzas fiscales. "Nos consta que el Ministerio de Economía tiene ya esos datos; ha llegado el momento de hacerlos públicos", afirmó el líder republicano, para quien la publicación de las balanzas "acabaría con los viejos tópicos de la Cataluña insolidaria que se pasa el día pidiendo". Fuentes socialistas admitieron que el Gobierno está trabajando en estos cálculos, pero negaron que ya estén finalizados.

Las palabras de Carod irritaron al primer secretario de los socialistas catalanes y ministro de Industria, José Montilla, quien reiteró al líder republicano que la hora en que Zapatero se ponga en la primera fila de las negociaciones está por llegar. "Antes, a mucha gente nos queda mucho trabajo por delante", afirmó.

La oferta de pacto del PP al PSOE se ha introducido como un nuevo elemento en el panorama negociador. Moraleda desmintió que Zapatero tenga previsto convocar a Rajoy, y agradeció el gesto del PP con una pulla: "Todas las ofertas de diálogo son bienvenidas aunque no hayan pasado ni dos semanas del último insulto al presidente", dijo en referencia al epíteto de "bobo solemne" que Rajoy le dedicó después de que Zapatero le llamara "patriota de hojalata".

"Si el año empieza con que algunos dirigentes tengan un carácter menos avinagrado y más proclive al entendimiento, conseguiremos algo extraordinariamente positivo", concluyó Moraleda.

El presidente de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod Rovira, ayer en Barcelona.
El presidente de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod Rovira, ayer en Barcelona.EFE

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