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El ex 'número dos' sirio involucra al presidente en el asesinato de Hariri

Tormenta política en Damasco por las declaraciones del político exiliado en París

El ex vicepresidente sirio Abdel Halim Khadam asestó el viernes un duro golpe, acaso incluso mortal, al régimen de Bachar el Assad, que está en apuros desde el asesinato, en febrero de 2005, del ex primer ministro libanés Rafik Hariri. Naciones Unidas investiga la implicación de los servicios secretos de Damasco en el atentado y Khadam apuntó indirectamente al propio presidente: "Ningún servicio de seguridad sirio puede tomar tal decisión unilateralmente".

El que fue durante 16 años el brazo derecho del presidente Hafez el Assad, padre del actual jefe de Estado, dio a entender con sus declaraciones que la voladura del vehículo blindado del ex primer ministro libanés contaba con el acuerdo de Bachar el Assad. Khadam, de 73 años, lo dijo a la cadena de televisión Al Arabiya desde París, donde decidió autoexiliarse el pasado septiembre después de haber dimitido en junio de todos sus cargos, incluido el de vicepresidente. Poco antes, Bachar el Assad le había retirado algunos asuntos de los que se ocupaba, incluido el de Líbano.

Las palabras de Khadam han provocado un auténtico terremoto en Siria y en Líbano porque suponen un espectacular espaldarazo a la comisión de investigación de Naciones Unidas, hasta ahora presidida por Detlev Mehlis, que en dos informes provisionales remitidos al Consejo de Seguridad aseguró haber obtenido "pruebas convergentes" de la responsabilidad de Siria en el magnicidio. El magistrado Mehlis afirmó estar "totalmente convencido de que Siria es culpable del asesinato de Hariri".

El golpe asestado por Khadam es especialmente severo para Bachar el Assad porque procede del interior del régimen. Tras la muerte de Hafez el Assad, en 2000, el vicepresidente ayudó a su hijo a consolidarse en el poder, pero ahora considera que éste ha dilapidado la labor de su padre en Líbano. Tras el asesinato de Hariri, la presión internacional obligó a Damasco a retirar a sus tropas del vecino país y a cerrar las instalaciones de sus servicios secretos.

El multimillonario Hariri provocó la ira de Damasco porque estaba, aparentemente, dispuesto a encabezar en las legislativas de mayo de 2005 una amplia coalición electoral de partidos libaneses deseosos de reducir la tutela que Siria ejercía sobre su país desde mediados de los años setenta. Con anterioridad se había opuesto sin éxito a la prórroga del mandato del presidente libanés, Emile Lahud, considerado un peón de Damasco.

"Quieres nombrar a un presidente al frente de Líbano: no te lo permitiré, acabaré con cualquier persona que se aparte de nuestra decisión", amenazó Bachar el Assad a Hariri en el verano de 2004, según el relato del ex vicepresidente ante las cámaras. "Las palabras eran muy, muy duras", recordaba Khadam. "Hariri salió de la reunión con una fuerte presión arterial y una hemorragia nasal".

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El nerviosismo del régimen de Damasco quedó de manifiesto por la alteración, el sábado, del orden del día de la última sesión del Parlamento sirio. Los diputados acusaron al ex vicepresidente de "traición" y pidieron que sea juzgado. La dirección del partido Baas, que monopoliza el poder, se reunió ayer urgentemente para excluir de sus filas al "traidor" Khadam, según informó la agencia de prensa oficial (SANA).

En sus declaraciones, que son un anticipo de las memorias que está escribiendo, Khadam afirmó también: "Las amenazas contra Hariri procedían, del lado libanés, de Lahud

[presidente prosirio de Líbano] y de Jamil Essayed

[ex director de la seguridad libanesa detenido a petición de la comisión de investigación]". La presidencia de Líbano emitió ayer un comunicado en el que desmiente que Emile Lahud profiera amenazas y lleve a cabo campañas de denigración.

El presidente sirio, Bachar el Assad (izquierda), y Abdel Halim Khadam, en junio de 2005.
El presidente sirio, Bachar el Assad (izquierda), y Abdel Halim Khadam, en junio de 2005.ASSOCIATED PRESS

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