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FRAUDE EN LA CIENCIA

El fraude obliga a revisar todas las investigaciones del científico coreano

El artículo de la falsificación pone en la picota a sus 25 autores y a la propia revista 'Science'

Javier Sampedro

El caso Hwang no se cerró ayer con su dimisión, ni se acabará cuando concluya la pesquisa de la Universidad de Seúl. El artículo fraudulento (Science, 2005) tiene 25 autores. Uno es Gerald Schatten, el profesor de la Universidad de Pittsburgh que sirvió a Hwang como puente con las grandes instituciones científicas norteamericanas, y que hasta hace dos meses le estaba poniendo en contacto con los laboratorios interesados en utilizar el Centro Mundial de Células Madre de Seúl, una especie de servicio de clonación que iba a facilitar células madre específicas de pacientes a cambio de una tarifa.

Otro de los autores del artículo es Roh Sung-il, el amigo de Hwang y director del hospital MizMedi de Seúl que le facilitaba los óvulos para los experimentos de clonación, ahora demandado por él bajo la acusación de haber cambiado las líneas celulares clonadas de pacientes por otras convencionales. Y otro es Kim Sun-jong, que también estaba en el hospital MizMedi, pero que ahora trabaja con Schatten en la Universidad de Pittsburg. Lo más probable es que Schatten y Kim hayan sido los dos científicos que han descubierto el fraude de Hwang, pero será necesario aclarar todos estos hilos.

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Y esto es sólo el comienzo. Un éxito no salva una vida de fracasos, pero un fraude lo salpica todo de sospechas. Tanto la Universidad de Seúl como la revista Science están investigando también el primer artículo histórico de Hwang (Science, febrero de 2004), donde presentó las primeras clonaciones de embriones humanos. Un aspecto que llamó la atención de aquel trabajo fue que, de todas las combinaciones probadas de núcleos (donantes) y óvulos sin núcleo (receptores), las únicas que funcionaron fueron aquellas en que el núcleo y el óvulo eran de la misma mujer. Si fuera un fraude, no sería el más fácil de detectar.

La revista Science se enfrenta a una crisis. Hwang y Schatten le han pedido retractar el artículo de 2005, pero la revista ha respondido repetidamente que, según sus estatutos, sólo puede hacerlo si se lo piden todos los autores. Vistos los resultados de la investigación de Seúl, los estatutos de Science parecen revestir una importancia secundaria.

La otra gran revista científica, y competidora de Science por los artículos científicos de cierto impacto, Nature, no se ha librado del ciclón. Fue Nature la que publicó en agosto el primer perro clónico, Snuppy, también salido de la factoría Hwang, y también investigado ahora por la Universidad de Seúl.

El efecto Hwang parece haber llegado incluso a los estudios en los que no ha intervenido. Un artículo salido del Hospital MizMedi de Seúl, y publicado en la revista Biology of Reproduction, ha sido retirado por sus autores tras demostrarse que una de sus figuras era idéntica a una de las figuras del artículo de Hwang en Science (2005). Por cierto, uno de los autores de este artículo era Kim, ahora en la Universidad de Pittsburg. Otro trabajo, también producido por el hospital (FEBS Letters, 579: 534), será retirado tras haberse demostrado que contiene fotos duplicadas (correspondientes a dos experimentos supuestamentes distintos).

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