"Coleccionar arte es cuestión de pasión y de conocimiento"

Lourdes Fernández (San Sebastián, 1961) relevará a Rosina Gómez-Baeza al frente de Arco, la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid, el próximo 14 de febrero, después de que se clausure la edición en la que cumple el 25º aniversario de la feria y una larga trayectoria de 20 años bajo su dirección. La próxima responsable de Arco se enfrenta así a la obligación de imprimir un carácter nuevo y personal a la principal feria de arte española y al reto añadido de tener que adecuar el mercado español a la nueva realidad del arte contemporáneo internacional.

Lourdes Fernández cuenta para ello con un bagaje profesional denso basado en una formación clásica que incluye estudios de museología en Florencia, su paso por el Museo d'Orsay en París, una trayectoria profesional posterior, de un lustro, en la galería Malborough y una década en la donostiarra galería DV. Desde ella inició su labor de galerista comprometida con el arte joven de un entorno más local para el que buscaba ampliar el mercado, además de contribuir a extender la afición y la práctica del coleccionismo en un contexto poco propicio y receptivo.

"El arte tiene una forma de ver la realidad que nosotros no tenemos"

Fruto de estos años fue su acceso a la dirección de la Bienal Europea de Arte Contemporáneo, Manifesta, que se celebró en San Sebastián a lo largo de 2004. Fue un escaparate del arte emergente de las más jóvenes promesas europeas que ya apuntaban maneras y, con ellas, se intuían las todavía tenues líneas hacia las que va a proyectarse la creación artística en las próximas décadas, cuando alcancen su madurez.

"La experiencia de Manifesta me hizo ver que los modos de producción del arte contemporáneo han cambiado sustancialmente, y eso va a afectar al mercado", manifestó Lourdes Fernández, propiciando así una clave de hacia dónde puede enfocar en parte su futura misión en Arco. "Las nuevas formas de producción de esta gente joven, como las nuevas tecnologías y el soporte audiovisual, van a cambiar los parámetros del mercado, incluso porque estos artistas quieren producir de forma que no es necesariamente muy mercantil", añade.

Fernández cree que es obligado adaptarse a los cambios que vienen, incluso reconoce que esto va a ser una tarea muy difícil. Pero considera que, más que a la feria Arco, corresponde a las galerías de arte hacer el esfuerzo creativo de despertar el interés por comprar arte y crear mercado.

La ex galerista defiende también que hay que fomentar en España el coleccionismo, una actividad que considera muy satisfactoria pese a las dificultades que su práctica conlleva. "Reconozco que el arte contemporáneo es complicado, pero la maravilla del arte es que dentro de unos años será comprendido, porque el arte tiene una forma de ver la realidad que nosotros no tenemos", dice con entusiasmo. Y, aunque admite que es verdad que a veces el coleccionista tiene que hacer un acto de fe a la hora de comprar, asegura que hay gente muy preparada, muy acostumbrada y muy apasionada que sabe ver y apreciar. "Creo que coleccionar arte es también una cuestión de conocimiento y de pasión", precisa. Y añade que Arco ha contribuido decisivamente a consolidar el coleccionismo en España, aunque sigue siendo muy deficiente en comparación con otros países.