Abengoa invertirán 42 millones con Cepsa en una nueva planta de biodiésel

La multinacional Abengoa, con sede social en Sevilla, anunció ayer la construcción de una planta de biodiésel en colaboración con Cepsa. La planta, la segunda que elaborará este biocarburante en Andalucía, requerirá una inversión de 42 millones y se instalará en terrenos de la refinería de Cepsa en San Roque (Cádiz). Abengoa rubricó ayer también el convenio con el Ayuntamiento de Sevilla que le garantiza suelos para su nueva sede.

Abengoa y Cepsa informaron ayer de que la planta producirá 200.000 toneladas de biodiésel a partir de aceites vegetales crudos, aunque no precisaron cuándo estará operativa. En Andalucía sólo se ha concretado otro proyecto similar, abanderado por Cajamar y la empresa autonómica Egmasa, que estará en marcha en Níjar (Almería) el próximo año.

Abengoa firmó ayer también con el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, un convenio para permutar los terrenos de la sede actual de la compañía (que pasan a manos municipales) por los suelos en los que construirá su nuevo centro tecnológico, en la zona de Palmas Altas. El convenio incluye el compromiso por parte de la empresa de que el edificio esté terminado dentro de tres años. El nuevo centro concentrará a todas las sedes con las que cuenta la compañía en Sevilla y a varias de las del resto de España, según afirmó ayer el presidente de Abengoa, Javier Benjumea.

Vertido de Huelva

Los 14.000 metros cuadrados que deja libre Abengoa formarán parte de un plan municipal, que también incluye los terrenos que ahora albergan la fábrica de Heineken y una prisión, anexos a Abengoa. El PGOU prevé construir allí un parque, viviendas, oficinas, comercios y un hotel.

Por otro lado, Cepsa tendrá que afrontar un gasto de un millón de euros por el vertido de crudo en la costa onubense del pasado 26 de octubre. El cálculo es la suma de facturas tramitadas por la Capitanía Marítima de Huelva por el uso de medios ajenos a la compañía petrolera en la recogida de los residuos.

El derrame de fuel generó dos manchas negras de hasta siete kilómetros de longitud que alcanzaron varios puntos de la costa. De los 150.000 metros cúbicos que transportaba el barco a la refinería onubense, cayeron al mar un total de 600 metros cúbicos. El pago de esas facturas es independiente del resultado del expediente abierto por la Capitanía Marítima.