El Parlamento Europeo exigirá un aumento del presupuesto de la UE
Borrell recuerda ante Blair que la Eurocámara aún no ha fijado la cuantía máxima del gasto
El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, y los grupos parlamentarios coincidieron ayer en criticar el acuerdo sobre las Perspectivas Financieras (marco presupuestario de la UE para 2007-2013) alcanzado por el Consejo Europeo en la madrugada del pasado sábado por los recortes aplicados. Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco fijaron un gasto total de 862.363 millones de euros, lo que supone una reducción de más de 100.000 millones del que habían aprobado los diputados el pasado junio. Con un claro sentido realista, el Partido Popular Europeo y el Partido Socialista Europeo dirigirán sus esfuerzos a partir de enero a elevar el volumen total de gasto.
El malestar de los diputados deriva en buena medida por el sesgo del recorte que afecta especialmente a las políticas más modernas y sociales, dirigidas a aumentar la competitividad y estimular el crecimiento, definidas en la estrategia aprobada en Lisboa en 2000. Se refieren a los programas de desarrollo de redes de transporte y energía, Galileo (navegación por satélite), Marco Polo II, desmantelamiento de centrales nucleares, educación de adultos, medidas de progreso social, investigación, desarrollo e innovación.
También se incluyen las políticas dedicadas al fomento de la seguridad en transporte y energía y lucha contra el fraude. Los 110.600 millones aprobados por el Parlamento para estas políticas (121.700 por la Comisión) se han rebajado a 72.100 millones de euros.
Otra rebaja significativa es la de los fondos dedicados a ciudadanía, (3.600 millones de euros) que el Parlamento había fijado en 6.700 millones de euros, elevando la propuesta inicial de la Comisión (5.500 millones).
En su comparecencia ayer en el Parlamento Europeo, el primer ministro británico, Tony Blair, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea hasta final de año, insistió en que el presupuesto aprobado "era el mejor posible dadas las circunstancias". El líder británico destacó la importancia del compromiso alcanzado, que había supuesto un compromiso entre los países ricos que se resistían a realizar una transferencia de fondos hacia los nuevos Estados miembros, que asciende a unos 157.000 millones de euros.
Políticas descuidadas
El presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, recordó ayer que "la Eurocámara aún no ha fijado la cuantía máxima del gasto". En su opinión "hay un cierto número de políticas europeas que han sido ampliamente descuidadas en este acuerdo, quizá por que son europeas y no nacionales".
Por su parte, el presidente del grupo Popular, Hans-Gert Poettering, criticó la reducción del presupuesto en los gastos relativos a Educación y Cultura, que a su juicio se habían realizado a la medida de la antigua Unión Europea, formada por quince Estados y no según la actual constituida por 25. El diputado socialista Hans Swoboda señaló que el acuerdo no puede ser la base para el futuro de Europa. El Grupo Izquierda Unitaria Europa anunció que votará en contra.
Durante las anteriores Perspectivas Financieras 2000- 2006, el Parlamento logró un aumento de 1.500 millones de euros. En junio pasado la presidencia luxemburguesa ya había previsto un margen de 3.000 millones de euros para que fueran habilitados por el Parlamento. Fuentes comunitarias indicaron ayer que el aumento que puede lograr la Eurocámara podría superar los 4.000 millones de euros.
El presupuesto aprobado el pasado sábado supone una mayor aportación de recursos por parte de Alemania, que según el acuerdo se convierte en el mayor contribuyente neto tanto en términos absolutos como relativos, con una transferencia neta equivalente al 0,40% de su Producto Interior Bruto (PIB), según una fuente de la Comisión Europea.
Le siguen un gran bloque de países con una contribución homogénea del 0,35%, formado por Francia, Italia, Suecia, Holanda, Austria y Dinamarca. Si no se tuviera en cuenta los gastos de administración, Bélgica y Luxemburgo, que son receptores netos brutos, también se encontrarían en el grupo anterior. Los menores contribuyentes son el Reino Unido y Finlandia, que se sitúan entre el 0,30% y el 0,35% de su PIB.
Entre los cuatro antiguos países de la cohesión, Portugal y Grecia recibirán el 1,70% e Irlanda el 0,30%. España logró mejorar las expectativas en las últimas negociaciones y alcanzar un 0,20%, frente al 0,08 previsto inicialmente por la Comisión Europea. Durante el periodo anterior 2000-2006, recibió el 0,91%. España aún podría mejorar su posición si logra neutralizar las discriminaciones que afectan a cuatro regiones -Murcia, Asturias, Basilicata y Algarbe-, si prospera la iniciativa de los diputados socialistas Jamila Madeira y Antonio Masip y el popular Salvador Garriga. Las cuatro regiones podrían recibir 750 millones de euros más, de los que 500 corresponderían alas dos regiones españolas, según Masip.
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