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El Ministerio de Defensa garantiza el empleo a las militares que cesen mientras estén embarazadas

La Ley de Tropa incluirá una fórmula que evite el despido durante la gestación

Miguel González

El Ministerio de Defensa ultima una fórmula legal para que ninguna militar se pueda quedar sin empleo mientras se encuentre embarazada, según fuentes del departamento que dirige José Bono. Dicha fórmula, agregaron las mismas fuentes, se someterá al acuerdo de los grupos parlamentarios durante la tramitación de la Ley de Tropa y Marinería, que el próximo miércoles aprobará por consenso la Comisión de Defensa del Congreso.

La situación de indefensión de muchas militares en caso de embarazo salió a la luz el pasado 20 de noviembre, cuando EL PAÍS publicó la historia de Noemí Holgado, una teniente del Ejército del Aire que se quedará sin empleo el miércoles de esta semana, coincidiendo con la fecha prevista para que dé a luz. Su baja forzosa en las Fuerzas Armadas, por haber agotado los 12 años de servicio previstos como máximo para los oficiales de complemento, le dejará también sin derecho a las 16 semanas de descanso por maternidad y sin la asistencia sanitaria que ahora recibe a través de Defensa, salvo que se haga cargo de los gastos.

La reforma legal, según las fuentes consultadas, impedirá que esta situación pueda repetirse en el futuro y llenará un vacío legal provocado por la rápida incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas, donde ya representa el 15% de la tropa.

La modificación llega, sin embargo, tarde para la teniente Holgado, a menos que se le busque una salida de carácter excepcional. Aunque la Comisión de Defensa aprobará el miércoles la ley con competencia legislativa plena, por lo que irá directamente al Senado, éste no podrá ratificarla antes de febrero, debido a las vacaciones parlamentarias.

El caso de la teniente Holgado

La teniente Holgado es un caso especial, debido a su embarazo, pero no es el único militar que va ser despedido mientras se produce la entrada en vigor de la nueva ley. Hasta 173 soldados y marineros perderán su empleo entre enero y marzo por haber cumplido 35 años de edad o 12 en filas.

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El proyecto de Ley de Tropa y Marinería prevé que estos soldados puedan seguir en activo hasta cumplir 45 años y retirarse luego con una pensión de 7.200 euros anuales compatible con cualquier otra retribución privada.

El texto permite la readmisión de los soldados y marineros despedidos desde enero de 2004 (un total de 1.291, según el recuento oficial) en los seis meses siguientes a su entrada en vigor.

El pacto alcanzado por el PSOE con el PP y los demás grupos parlamentarios ha abierto también la puerta de la readmisión a los oficiales de complemento despedidos por superar la edad o el tiempo de servicio (217 en los dos últimos años, según datos de Defensa), lo que no estaba previsto en el proyecto inicial.

Dichos oficiales podrán firmar un nuevo contrato por una duración máxima de tres años, al margen de la edad o el tiempo que lleven en activo. "La reincorporación se realizará, una vez apreciada la idoneidad, al Ejército de procedencia y con el mismo tiempo de servicios, empleo y especialidad que se poseía cuando se causó baja, así como a su último destino, en los casos en que haya sido solicitado y sea posible en función de las necesidades del servicio", señala el artículo.

Con este contrato extraordinario de tres años se pretende dar tiempo para la aplicación de la nueva Ley del Régimen del Personal Militar, que el Gobierno deberá remitir a las Cortes en los tres meses siguientes a la entrada en vigor de la Ley de Tropa y Marinería, y que acometerá la reorganización de los cuerpos y escalas de las Fuerzas Armadas.

Esta futura ley regulará la reordenación de los escalafones de las Escalas Auxiliares, un problema que se arrastra desde hace años. Lo mismo sucede con los cabos primero veteranos de la Armada, que podrán realizar las pruebas de ascenso a suboficial en los próximos dos años.

El texto definitivo elimina la cifra global de efectivos de tropa (el proyecto inicial los cifraba entre 80.000 y 90.000) que deja a las leyes de presupuestos de cada año; eleva de 42 a 45 la edad de pase a la reserva para los soldados con compromiso de larga duración; eleva de 25 a 27 años la edad máxima para ingresar como soldado; y fija en 14 los años mínimos de servicio activo para poder presentarse a las plazas de soldado de carácter permanente.

Noemí Holgado, teniente del Ejército del Aire, en un acto castrense.
Noemí Holgado, teniente del Ejército del Aire, en un acto castrense.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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