Sistema fiscal

El Gobierno socialista estudia rebajar el tipo de gravamen del impuesto de sociedades hasta el 25% para las pymes y al 30% para el resto de empresas (en la actualidad tributan entre el 30% y el 35%). Esto supondrá que, con el actual tipo impositivo que pagamos todas las personas físicas en el impuesto del IRPF y que es por tramos hasta un máximo del 45%, mucha gente con grandes retribuciones optará por fundar sociedades jurídicas hacia las que derivar sus ingresos, y tributar por tanto a las arcas del Estado como empresas a un porcentaje mucho menor del que lo harían como personas físicas. Y esta opción pienso que hará que el sistema de financiación solidario en el que teóricamente debe sustentarse una economía nacional, sufra una repercusión negativa a la hora de recaudar el coste necesario para garantizar entre todos el Estado del bienestar.

Puestos a estudiar recortes, ¿por qué no se empieza por hacerlo primero con aquellos gastos superfluos, excesivos o incontrolados de todas las Administraciones, local, autonómica y estatal, para lograr ingresar el dinero justo y suficiente que mejore los servicios básicos de la ciudadanía? ¿Y por qué no incluir en esta hipotética reducción el coste del acuerdo de la reforma sobre el aumento en los importes de las retribuciones para los parlamentarios, que todos los grupos políticos juntitos sin excepción han pactado sin fisuras.