Por qué África

La gira del ministro Moratinos por seis países del África subsahariana podía tal vez haberse aplazado o adelantado, pero es absurdo afirmar que era innecesaria. Sobre todo es absurdo que lo afirmen los mismos que a raíz de los graves incidentes fronterizos de Ceuta y Melilla urgieron a tomar medidas eficaces para el control de los flujos migratorios, que ha sido uno de los objetivos centrales de la gira.

Con ocasión de aquellos incidentes, Marruecos argumentó que no podía hacerse cargo de la repatriación de los miles de subsaharianos que intentaban pasar a España a través de su país. Era una objeción razonable a la que respondió España con diversas iniciativas tendentes a comprometer en el problema a la Unión Europea, por un lado, y a los países subsaharianos, de otro. Países, estos últimos, muy pobres y que solicitan compensaciones y ayudas a cambio de reforzar los controles y readmitir a sus emigrantes irregulares. De ahí que la gira de Moratinos tuviera a la vez una dimensión de cooperación y ayuda al desarrollo.

Parte del viaje coincidió en el tiempo con el cónclave de ministros europeos de Exteriores celebrado en Bruselas para preparar la discusión de la propuesta de perspectivas financieras de la UE presentada por Tony Blair. Ello dio motivo a críticas de la oposición, más bien estrambóticas en algún caso, como la del portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, quien deslizó que la ausencia de Moratinos avivaba la "sospecha de pactos ocultos" que relacionaban la reducción de los fondos europeos con la no intervención de Bruselas en la OPA de Gas Natural.

Hubo quienes llegaron a preguntar qué se le había perdido a España en esos países africanos. Pues, entre otras cosas, la posibilidad de convencer a un Estado como Nigeria (137 millones de habitantes y origen de gran parte de la migración irregular) de que participe, e incite a otros a participar, en la Conferencia Euroafricana prevista para la próxima primavera para un tratamiento conjunto de los problemas migratorios. La hipótesis de un aplazamiento de la gira es defendible, pero no puede olvidarse que ya se había aplazado anteriormente. La experiencia ha demostrado, por lo demás, que la verdadera negociación financiera en Bruselas empezará cuando el ministro británico Straw presente mañana un nuevo proyecto.