"Yo voy donde me llamen", asegura el líder de la oposición

"Yo voy donde me llamen", respondió ayer Mariano Rajoy, líder del PP, cuando le preguntaron en conferencia de prensa si acudiría a declarar a la subcomisión del Prestige, creada hace un año en el Congreso, pero que aún no ha tenido actividad alguna. Rajoy tildó de "cortina de humo que da risa" que "ahora el PSOE haya decidido que hay que ser más duros con la oposición, en vez de ocuparse de gobernar". Según él: "[Eso] forma parte de las cosas que hace este curioso Gobierno que sufrimos".

E ironizó: "Podemos ocuparnos de Felipe V o volver a los tiempos de doña Urraca con el patrocinio del presidente del Gobierno". Rajoy mantuvo que, en lugar de ocuparse del hundimiento del Prestige, el Ejecutivo debería hacer frente a "la situación compleja" que vive hoy España.

En esa complejidad, el líder del PP mencionó los siguientes asuntos: "El Gobierno tiene abiertas cuestiones como la nación española o el modelo de financiación de las comunidades autónomas; tiene una situación que desconocemos sobre conversaciones con HB, según ha contado HB [Batasuna]; ha roto el Pacto contra el Terrorismo, y tiene encima de la mesa una difícil negociación en Europa" sobre las Perspectivas Financieras de la UE de 2007 a 2013.

Rajoy calificó de "sorprendente" que el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, que "hoy campa por sus respetos", diga que su formación "lleva cinco años hablando con el PSOE", por lo que anunció que mañana preguntará a Zapatero en el Congreso "si es verdad que a la vez que firmaron el Pacto cometían la deslealtad de estar hablando con Batasuna".

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, le respondió acusando al PP de intentar debilitar al Gobierno y buscar el fracaso de la negociación para los presupuestos de la UE porque "a ellos les va bien que a España le vaya mal". Ya trataron de dificultar las negociaciones, aseguró, cuando gobernaba Felipe González. Rajoy, para Blanco, se ha convertido en el "jefe de la crispación y la mentira", por lo que advirtió: "O él pone fin a la crispación o la crispación pondrá fin al señor Rajoy".