Unos caldos muy "complejos"

Las fechas navideñas son un buen momento no sólo para los caldos más veteranos del Marco sino para todas las categorías de vinos de esta zona de producción. De hecho, el 35% de las ventas de Jerez y Manzanilla de todo el año se concentran en este último trimestre. En el caso de la exportación, octubre y noviembre son los meses más fuertes, ya que se contabilizan las salidas al extranjero de un vino que será consumido en diciembre.

El Grupo Estévez tiene un total de seis marcas de vinos de sacristía y también ha visto crecer las ventas de forma significativa en los últimos años. "Son las joyas más valiosas que nos ha dado nuestra tierra; todas las bodegas tienen tesoros y ahora se está aprovechando esta clasificación o esta categoría para sacarlos al mercado", destaca Eduardo Ojeda, director de Producción del Grupo Estévez.

A su juicio, el secreto de estos apreciados vinos reside en la cantidad de años que se les dedica para su crianza y en la calidad de la materia prima, de las botas y de las bodegas, en lo que se refiere a sus condiciones de temperatura y luz. Los precios astronómicos, casi siempre por encima de los 100 euros por botella, que alcanzan en las tiendas especializadas estos productos son motivo de reflexión para Ojeda: "Es que un vino de estos no tiene valor, tiene el valor que una persona esté dispuesta a pagar porque si pensamos que un vino de estos está en una bota más de 30 años con todas las mermas que ha sufrido, todos los cuidados que ha tenido, si se le meten costos no tiene precio; que cuesten 100 euros o más no tiene significación alguna".

Ojeda detalla las peculiares propiedades que presentan los productos de estas características: "Son vinos muy intensos: la vejez y el tiempo que se han llevado en la bodega han hecho que se concentren y muestren una intensidad aromática tremenda. Son, además, muy complejos".