Los herederos de Etxepare
Una pequeña editorial mantiene viva la tradición literaria vascofrancesa
Desde que en 1545 Bernard Etxepare publicase Linguae Vasconum Primitiae, el primer libro impreso en euskera de la historia, la literatura euskaldun ha encontrado siempre un fértil terreno de cultivo en el País Vasco francés, cuna de una importante tradición oral y escrita, a pesar de la precaria situación que dicha lengua vive en esa zona. Durante los últimos 25 años, buena parte del trabajo en pro de esa tradición ha corrido a cargo de Maiatz, una pequeña editorial sin ánimo de lucro que ha logrado mantener una producción modesta, pero de indudable calidad. Su fórmula: apoyar a los nuevos valores de la escritura euskaldun y que no tienen acceso a las editoriales comerciales, mimando la edición de los textos.
"Unos 30 escritores han comenzado gracias a nosotros y eso es muy bonito", dice el editor
"En aquellos inicios, nos reunimos varios escritores de Iparralde en Bayona. Éramos conscientes de la imposibilidad que teníamos de publicar nuestros textos y decidimos sacar adelante este proyecto", recuerda el actual responsable de la editorial, Lucien Etxezaharreta.
Durante este tiempo, Maiatz ha servido de plataforma de expresión para autores como Peio Minaberry, Antton Luku, Txomin Peillen, Ur Apalategi o Itxaro Borda, ésta última galardonada con el Premio Euskadi de Literatura en Euskera en 2002 por su novela 100% basque. "En cierto modo, fue un premio para todos nosotros", proclama, orgulloso, Etxezaharreta. "Se puede decir que unos 30 nuevos escritores han comenzado gracias a nosotros y eso es muy bonito", añade. Esa labor ha permitido que algunos de dichos autores publicasen posteriormente con otras editoriales que cuentan con medios para realizar tiradas más amplias, ya que las suyas rara vez superan los 500 ejemplares.
A pesar de sus limitaciones económicas, esta editorial lleva más de veinte años acudiendo a la Feria del Libro y el Disco Vascos. Cuenta con un público fiel que, además de libros, reclama también ejemplares atrasados de una publicación semestral impulsada por la propia asociación y dedicada a la difusión de textos de poesía, narrativa y ensayo.
Entre las obras que se pueden encontrar en su caseta figuran ediciones bilingües (euskera-francés) de algunos de sus autores, una iniciativa que trata de atender a la demanda de personas francesas interesadas en acercarse a la literatura euskaldun. Uno de estos títulos es Entre les loups cruels, una colección de tres relatos sobre las aventuras de Amaia Ezpeldoi, una insólita detective rural surgida de la imaginación de Itxaro Borda. "Los idiomas pequeños", eseñala Etxezaharreta, "pueden aportar nuevos puntos de vista a la literatura. Me gustaría que los poderes públicos en Europa apoyaran las traducciones de obras en idiomas minoritarios".
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