Blair reabre el melón
Tony Blair ha decidido reabrir el melón de la reforma de la Política Agrícola Comunitaria (PAC) y ha condicionado cualquier acuerdo sobre el presupuesto de la Unión Europea para el próximo septenio (2007-2013) a que la PAC sea revisada en 2008 y no en 2012, como quedó sellado hace tres años. Con este órdago del primer ministro británico, el Consejo Europeo de los próximos días 15 y 16 presagia una agria pelea. Dos de las claves estarán en Francia y España, por encima de los diez países de la ampliación, muy forzados a tragar si quieren empezar a recibir ayudas sin más demora.
Blair ha solemnizado que si no se llega este mes a un pacto financiero en la UE no será posible hacerlo el año que viene durante las presidencias de Austria y Finlandia. Sus palabras destilan cierta exageración, pues para entonces ya se sabrá si finalmente la Ronda de Doha ha posibilitado la supresión de los subsidios agrícolas. Y no ahora, en contra de lo que él dijo ayer, si se tiene en cuenta que las nuevas negociaciones de la OMC previstas para la próxima semana en Hong Kong no dan pie al optimismo.
El anterior presupuesto de la UE se cerró sólo seis meses antes del inicio de su ejecución a partir de 2000. La historia comunitaria ha estado siempre llena de durísimas batallas antes de alcanzarse un acuerdo. La rotundidad de Blair suena a excusa para no modificar a fondo la propuesta de gastos que presentó el pasado día 5 y que ha sido rechazada casi por unanimidad. Sin embargo, resulta evidente que si Londres rechaza ahora hacer más concesiones sobre el cheque británico las probabilidades de fracaso serán las mismas en 2006. Y lo peor, por desgracia, a juzgar por sus palabras, es que el actual presidente de turno de la UE no tiene en la agenda eliminar o como mínimo recortar algo ese dinero (5.500 millones de euros anuales actualmente) que el Reino Unido percibe desde 1984 en contrapartida por su escasa participación en los fondos agrícolas.
Blair ha prometido presentar un nuevo plan presupuestario antes de la cumbre de Bruselas. El anterior rozaba los límites del escándalo, dado que el principal beneficiario era su propio país. Por mucho que el líder laborista se empeñe en defender el argumento de que Londres sólo pagará lo justo, es incoherente que el cheque continúe aumentando mientras bajan las ayudas agrícolas. En la lista de agraviados están indudablemente los diez países de la ampliación, porque ven recortados en un 10% los fondos, pero también España, que con esa propuesta se convertiría en el gran pagano de la ampliación y vería esfumarse las esperanzas de continuar siendo receptor neto de fondos hasta 2013. Los principales contribuyentes de la UE no quieren poner un euro más, pero el resultado final no puede ser que los más pobres de los 15 terminen siendo quienes paguen la solidaridad con los más pobres recién incorporados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.