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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Perplejidad

Con perplejidad, he leído en la portada de EL PAÍS del pasado domingo: El PP reúne en Madrid a 47.000 militantes por la 'nación española.

¡Qué exactitud!, ni 50.000, ni 45.000, 47.000. Pues, según mis rigurosas cuentas, estuvimos en la Puerta del Sol y aledaños exactamente, 166.666,50 individuos. El 0,50 va por mí que, septuagenario ya y medio lisiado me valoro solamente en medio individuo. El resto, los 166.666, va por los miles y miles que llenaron la Puerta de Sol y las calles que en ella desembocan (Alcalá abarrotada hasta Peligros-Sevilla).

¿Militantes? ¿Es que la exactitud de la cifra ha acabado con su capacidad de rigor? Militantes ¿de qué? ¿Del PP, por el PP? Yo, personalmente (y me consta lo mismo de otros muchos de los presentes) ni lo he sido nunca, ni lo soy ahora; aunque posturas como la que revela su titular me/nos van animando al acercamiento al PP.

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¿Militantes (insisto: 166.666) por la "nación española"? ¡Ah! entonces, sí. Cuénteme usted entre ellos, entre esos miles de manifestantes por esa nación española que existe desde muchos siglos antes que la Constitución del 78 la cual "se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.". Esa Constitución que ha venido ayudando con desconocida eficacia para que todos los en ella nacidos: asturianos o catalanes, extremeños o canarios, bascos -¡perdón!, con b, son los franceses- vascos o castellanos, cántabros o melillenses y tutti quanti estemos orgullosos de sentirnos y llamarnos españoles, como orgullosos estamos de sentirnos y llamarnos onubenses o salmantinos, gallegos o catalanes, maragatos, bilbilitanos, ledesminos, alcoyanos, etcétera. Es decir, habitantes de nuestras patrias chicas.

Muy agradecido. Le garantizo -soy hombre de palabra- que la publicación de esta carta me animaría a leer, e incluso a comprar, EL PAÍS, con más frecuencia que en la actualidad.

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