Uno de cada cuatro nuevos infectados por el virus del sida en Euskadi es inmigrante

Osakidetza ofrecerá desde principios de 2006 a los seropositivos dos nuevas prestaciones: el lavado de semen y el tratamiento de la lipodistrofia facial. El anuncio fue realizado por el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, quien aportó ayer en Bilbao los datos más recientes sobre la evolución del sida con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de esta enfermedad, bajo el lema No le des la espalda al sida. Sanidad ha querido destacar este año el impacto de la enfermedad entre los inmigrantes, ya que uno de cada cuatro nuevos casos detectados en Euskadi pertenece a este colectivo.

El número de nuevas infecciones por VIH en el colectivo de inmigrantes presenta una tendencia ascendente desde 1997 hasta 2002 y se estabiliza en 40 casos anuales desde ese año. Por su parte, entre la población autóctona ha descendido el número de nuevos infectados, por lo que en la actualidad uno de cada cuatro casos corresponde a un inmigrante (el 28%). De los 203 inmigrantes diagnosticados por VIH entre 1997 y 2004, el 41% era de origen subsahariano y el 33% latinoamericano. Se calcula que unas 10.000 personas son portadores del sida en Euskadi, el 65% varones.

Entre la población autóctona, según los datos de Sanidad, las infecciones por VIH se han reducido a la mitad en los últimos siete años, pasando de los 215 casos en 1997 a 105 en 2004. Para este año las estimaciones señalan que habrá un "pequeño repunte", y se finalizará 2005 con entre 120 y 130 nuevos casos. La principal causa de infección, tanto entre las personas autóctonas como los inmigrantes, continúan siendo las relaciones heterosexuales. Como dato satisfactorio, el consejero indicó que en los dos últimos años no ha habido ningún caso de recién nacido de madre portadora infectado.

Ante estos datos, Inclán abogó por diseñar nuevas estrategias dirigidas específicamente a los inmigrantes, aunque insistió en que "grupos de riesgo somos todos los que no pongamos medios, tanto para el sida como para las enfermedades de transmisión sexual". El consejero señaló que "la precariedad económica" en la que comúnmente se encuentran los inmigrantes les hace "especialmente vulnerables a la explotación sexual". "Esta vulnerabilidad, unida en muchas ocasiones al desconocimiento del idioma, dificulta que puedan proteger su salud practicando sexo seguro, porque constituye barreras, a veces insalvables, para el acceso a los mensajes preventivos y a la atención sanitaria del VIH", advirtió. Por ello, el Departamento de Sanidad considera "crucial" el papel preventivo de las ONG con este colectivo. Inclán anunció la potenciación de los "mediadores interculturales", personas inmigrantes que actúan como educadoras y agentes de salud, cuya intervención, indicó, se ha revelado "eficaz".

Consultas para prostitutas

Otro grupo de especial atención son las prostitutas, y especialmente las mujeres inmigrantes que ejercen la prostitución, que en Euskadi suponen ya al 90% de ese colectivo. Inclán reveló que, junto al sistema general de asistencia, las prostitutas disponen de cuatro consultas específicas en las tres capitales, en las que se les informa gratuitamente de las enfermedades de transmisión sexual y se les realizan exploraciones ginecológicas. Debido a la gran movilidad de las personas que trabajan en la prostitución, Osakidetza ha empezado a coordinarse con otros 18 centros de toda España.

El consejero adelantó que ha encargado al director del Plan del Sida de Euskadi, Daniel Zulaika, que elabore una propuesta para incluir dos nuevas prestaciones en el catálogo que ofrece Osakidetza: la reparación facial por lipodistrofia (un trastorno en el metabolismo de las grasas que causa malformaciones) y el lavado de semen de seropositivos para que puedan ser padres mediante la reproducción asistida sin riesgo de infección de sus hijos. "Queremos tenerlos puestos en marcha a principios de 2006", anunció el consejero, que prevé que el servicio se ofrezca en dos centros hospitalarios vascos.

La reparación facial podría beneficiar a unas 500 personas en Euskadi, aunque aún está por delimitar "el grado de afección por el que se podría acceder a este servicio", matizó Inclán. El objetivo es "luchar contra la estigmatización" de estos enfermos, ya que sus secuelas son "como llevar una señal en la cara". En cuanto a los varones seropositivos que estarían interesados en el lavado de semen, el consejero señaló que su número está aún sin cuantificar, aunque es un tratamiento que ya se ha utilizado en enfermos de hepatitis B y C.