Aerolíneas Argentinas despide a otros 100 pilotos y técnicos

Aerolíneas Argentinas anunció ayer el despido de otros 100 pilotos y técnicos por incumplir los servicios mínimos decretados por el Gobierno argentino en la huelga que desde hace siete días realizan pilotos y personal técnico y que ya ha perjudicado a unos 47.000 viajeros, según la compañía. Sectores profesionales argentinos advirtieron ayer al Gobierno de las graves pérdidas que está generando el conflicto.

"¡En mi vida me volvéis a ver por aquí. Esto no pasa en ningún país del mundo!", gritaba un enfurecido pasajero español en el aeropuerto bonaerense de Ezeiza, el destinado a los vuelos internacionales, mientras a pocos metros, dos italianas de unos 60 años subrayaban que la situación provocada por la huelga salvaje "es una vergüenza". Fuera de la terminal, decenas de trabajadores se agolpaban frente a las puertas y anunciaban su intención de acampar.

En el aeropuerto de la capital argentina destinado a los vuelos domésticos, el aeroparque Jorge Newberry, la situación era similar con cientos de pasajeros haciendo fila a primera hora de la mañana ante los mostradores de la empresa. A primera de la tarde apenas se anunciaban tres vuelos con la compañía Austral, filial de Aerolíneas Argentinas, cuyos trayectos también han resultado afectados por la huelga.

Hasta la tarde de ayer (noche en España) no hubo contacto alguno entre la empresa y los trabajadores. Aerolíneas Argentinas, propiedad del grupo español Marsans, ya ha comunicado oficialmente el despido a más de 337 trabajadores y ayer amenazó con enviar más cartas intimidatorias.

Perjuicio y descrédito

Julio Scaramella, portavoz de Aerolíneas Argentinas, destacó que hay trabajadores que "reiteradamente" no se han presentado en sus puestos de trabajo y que los anuncios de despido "no son virtuales, son reales". "Aparte de un gran perjuicio económico, esto nos causa un gran descrédito entre la gente. Esperemos que haya un destello de cordura", añadió. Scaramella reveló que la huelga, hasta ahora, ha costado a la compañía más de 8,5 millones de dólares y se han cancelado (hasta la tarde de ayer en España) 258 vuelos.

"Esto es una anarquía, un desastre total. Destruye años de trabajo y lo que más sorprende es la falta de reacción oficial. Es muy preocupante el caos social", subrayó Tomás Ryan, presidente de la Asociación de Agencias de Viaje, quien denunció que "hay pasajeros deambulando por Buenos Aires porque no tienen dónde alojarse".

Sergio Rebecchi, representante de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), uno de los sindicatos convocantes de la huelga, denunció que "las aeronaves están siendo atendidas por personal no idóneo y no nos hacemos responsables de lo que pase". Los dos sindicatos convocantes de la huelga -además del aumento salarial del 40% para los pilotos y el 70% para el personal técnico- exigieron la readmisión de los despedidos.

Según la compañía, en el aeropuerto de Barajas ayer se encontraban 400 pasajeros que no podían viajar a Argentina.