Las universidades extienden su influencia a los pueblos con una amplia red de Sedes
Los ocho centros de Alicante se consolidan como motor cultural de los municipios
El historiador y jurista alicantino Rafael Altamira fue precisamente el encargado, entre los años 1898 y 1912, de poner en marcha en la Universidad de Oviedo una experiencia novedosa de cursos de Extensión Universitaria. Esta idea basada en el modelo inglés buscaba acabar con el tradicional aislamiento de la institución académica y transferir a la sociedad sus conocimientos.
Por eso no es casual que desde hace diez años la Universidad de Alicante esté realizando una fuerte apuesta por la Extensión Universitaria que se ha traducido en la creación de ocho sedes que jalonan los municipios alicantinos. "Las sedes son universidad, son un trozo del campus deslocalizado que están en una localidad concreta", explica el vicerrector, Jesús Padrells, que ha aglutinado en su departamento todas las sedes existentes y además ha puesto en marcha alguna nueva como la de Villena. Josefina Bueno, directora de Extensión Universitaria en Alicante, explica que cada sede tiene "un perfil concreto y unas líneas preferentes".
Cocentaina, la sede decana y dirigida por la profesora Elena Ronda, ha centrado su actividad en la divulgación científica. Benissa, la sede de la Marina, dedica parte de sus actividades a Europa y la didáctica de las lenguas, y desde ahora estará dirigida por Teresa Morell; en Biar, que sigue coordinada por José Luis Gascó, se han especializado en diversos aspectos relacionados con el turismo; en Orihuela, con el profesor Gregorio Canales de responsable académico, analizan temas relacionadas con el patrimonio histórico. La Nucia reúne sociolingüistas y expertos en traducción; y en Xixona se tratan temas que versan sobre la industria agroalimentaria: Las dos sedes están coordinadas por Vicent Martines. La nueva sede de Villena, que dirige José Silva, tiene previsto organizar actividades relacionadas con las nuevas tecnologías de la información y la educación. Otra de las sedes es la de Alicante, dirigida por Manuel Alcaraz, y que se ha convertido en un referente de las actividades culturales en la ciudad al acoger todo tipo de eventos: jornadas, debates, conciertos, exposiciones. "Las sedes tienen una gran capacidad de aglutinar a gente diversa, no sólo alumnos del campus, pero además concentran actividades de todo tipo", matiza Bueno. El vicerrector de Extensión, Jesús Pradells, resume en tres el tipo de actividades que se desarrollan: por un lado los cursos de libre configuración que son enseñanza reglada oficial, y que se traducen en jornadas de Primavera, Verano e Invierno. Después, un amplio apartado de extensión cultural que implica que las exposiciones o actividades que se organizan en el campus se trasladan a estas localidades; y por último "se establece unas relaciones directas con el tejido social de cada localidad, ya que la Universidad debe ser sensible a las necesidades del entorno", apunta Pradells. En este sentido, las sedes han acogido debates electorales, presentaciones de libros, tertulias, o cualquier actividad organizada por colectivos cívicos locales.
Miles de personas cada año pasan por estas sedes que acercan la actividad académica y cultural que se genera en el campus a estas localidades, en las que la colaboración y apuesta de los Ayuntamientos es fundamental y clave. "El proyecto ha de ser de acuerdo entre ambos, a partes iguales, pero está claro que sin el Ayuntamiento una Universidad no puede abrir una sede, y que sin nosotros el gobierno municipal tendría complicado dotar de actividad científica a una sede".
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