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Columna
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Qué ordinariez

El presidente Camps no ha dudado en poner las manos al fuego por la honorabilidad y la ética de todos sus compañeros. El presidente Camps muestra su audacia y generosidad de héroe de cómic, frente a quienes no hacen más que agitar ese fantasma de la corrupción, que recorre la Comunidad Valenciana. Hasta el punto de que el eslogan, presentado recientemente por el propio Camps ante afiliados y simpatizantes de su partido, y que dice: Imagina más Comunidad, ya ha sido completado por un anónimo y crítico panfletario, que la ha dejado de la siguiente guisa: Imagina más Comunidad, porque con la que hemos degradado, apenas queda lugar para seguir con los pelotazos. Y es que anda por ahí una gente, que no veas. Y eso que no había saltado aún el caso de Terra Mítica, aunque se veía venir. Y se veía venir de los tiempos de Maricastaña, o sea, de Zaplana. Con el Ivex a un aire melódico y paradisíaco, IU quiere poner en manos de la Fiscalía Anticorrupción presuntas evasiones de impuestos y facturas de mala ley. Su coordinador general, Gaspar Llamazares, pretende contribuir a que se ventilen, de una vez, "los numerosos casos de corrupción atribuibles al PP, en una comunidad (la valenciana, señor Camps) que está bajo sospecha, tanto en la etapa del presidente de la Generalitat de Eduardo Zaplana como en la de Francisco Camps". Posiblemente una ordinariez de la izquierda, que no se compadece con la, cuando menos, aparente finura y recámara de la derecha más empedernida. Esa misma izquierda que, en parte desde la oposición parlamentaria, y en parte desde la calle, desde el pueblo, se obstina, en que el presidente abandone su pasiva actitud y ponga en pie una comisión de investigación, porque, entre otras cosas, el conjunto de los vecinos tiene todo el derecho de conocer la verdad, de evitarse sobresaltos y de no vivir en una duda razonable e inquietante. "Sea valiente y no se escape", le dijo Joan Ignasi Pla, secretario de los socialistas valencianos, que hasta han levantado un mapa de las corrupciones del PP, para facilitarle la faena. Y Joan Ribó, portavoz de EU, sin pelos en la lengua, se lo plantó de formar contundente: "Estamos viviendo la etapa de más corrupción de este país desde la llegada de la democracia". Y como si nada, que ya es tener cuajo. Otra ordinariez, y a lo suyo. Pero entre ordinariez y ordinariez, se puede recitar una considerable relación de desaguisados suficientemente conocidos y la mayoría como para sacarle los colores al más pintado. Y ahora, lo de Terra Mítica Parque Temático de Benidorm, SA, al que, con otras empresas, el Juzgado de Instrucción le ha abierto diligencias, por delito fiscal, ya que al parecer forma parte de una trama de facturas falsas. ¿Será también una ordinariez que la justicia haya imputado, y por diversas causas, a algún que otro dirigente popular?, ¿y que los fiscales anticorrupción anden pacientemente investigando determinados asuntos que afectan al PP? No hay nada nuevo ni bajo el sol ni a la luna de Valencia. Desde aquel memorable "me he metido en política para forrarme" o algo parecido, las cosas van como van. Y más que imaginar, lo que urge es librar a este país de las garras de tanto depredador.

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