_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Aclaraciones

Juan José Millás

Rajoy no necesita que nadie le ayude a explicarse. Es un parlamentario brillante, un orador incisivo, un conferenciante meticuloso. Y si falla, ahí están Acebes y Zaplana, dos cirujanos del verbo, dos miniaturistas de la gramática, dos talentos de la precisión. Nos permitirá, sin embargo, que le echemos una mano para aclarar que la protesta del día 3 contra el Estatuto no es una manifestación contra los catalanes. No se trata de excitar, una vez más, ese anticatalanismo primario y visceral latente en la sociedad española desde que somos niños. No es un regreso a la época del "Pujol, enano, habla castellano". No hay la mínima intención, pese a la cercanía de las navidades y fin de año, de recordar que existen alternativas al cava o a los planes de pensiones de La Caixa.

Tampoco es, créannos, una manifestación contra los homosexuales catalanes. Éstos ya recibieron lo suyo cuando nos manifestamos a favor del celibato. Para nosotros, un homosexual catalán tiene la misma consideración que un marica andaluz, una loca gallega o un sarasa castellano. Ahí no admitimos rasgos diferenciales ni perfiles autonómicos ni coñas identitarias. Ya hablaremos cuando el Constitucional, al que hemos presentado un recurso de amparo, diga lo que tiene que decir. En todo caso, las vías no se agotan aquí. Hay muchos modos de enredar al Parlamento Europeo para que el malestar no cese. También nos importa señalar que por debajo de la manifestación contra el Estatuto, y pese el actual frufrú de sotanas, no estamos propugnando una vuelta al nacional catolicismo. Ese asunto lo despachamos en otra ventanilla.

Insistimos: se trata de una protesta contra el Estatuto, aunque a favor del 90% de los catalanes que lo avalan. Si usted no quiere beber cava, no lo beba otro día; si le apetece meterse con los homosexuales, déjelo para enero o febrero; si ha decidido cambiar de entidad bancaria, hágalo el día anterior, o el siguiente. No cometamos errores por los que nos puedan tachar de intolerantes o fanáticos. ¿Que por qué nos manifestamos en Madrid y no en Cataluña, que sería lo lógico? Para desquitarnos del cero a tres del otro día. Pero no se confundan: tampoco es una manifestación contra el Barça.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_