La erupción de un volcán dispara la alarma en el sur de Colombia

"Cuando sonaron las alarmas me levanté y me asomé a la ventana; pensé que estaba lloviendo, pero me di cuenta de que era ceniza que venía del volcán", dijo una habitante de Pasto capital de la provincia colombiana de Nariño, al sur del país, en la frontera con Ecuador. Esta ciudad, así como otros poblados vecinos, permanece en alerta máxima tras la pequeña erupción observada en el volcán Galeras, uno de los más activos del país, en la madrugada del jueves.

Hace dos semanas el Instituto de Minas y Geología Ingeominas, determinó que las señales que estaba enviando el volcán eran suficientes para declarar la alerta, pues era probable una erupción en días o semanas. Expertos de Japón y Estados Unidos aconsejaron el desalojo inmediato de algunas poblaciones. En la zona de influencia del volcán viven unas 400.000 personas, 8.000 de ellas en zonas consideradas de alto riesgo. En caso de una gran erupción todo quedaría destruido en un radio de 12 kilómetros.

El Gobierno puso en marcha un plan de emergencia y ordenó la evacuación inmediata de los poblados de la zona de mayor riesgo. La mayoría de la gente, en un principio, se negó a salir. Pero ayer, tras dispararse todas las alarmas, los campesinos que viven en la ladera de la montaña volcánica no tuvieron más remedio que correr hacia los puntos de evacuación y aceptar el refugio proporcionado por las autoridades. Sólo unos pocos han solicitado la autorización para regresar y atender a sus animales domésticos.

En Pasto, la erupción obligó a los habitantes a cubrirse la nariz y boca con mascarillas y seguir paso a paso las recomendaciones de las autoridades, como la de aprovisionarse de alimentos, racionalizar el uso de agua y no utilizar vehículos, pues con la capa de tres centímetros de ceniza que hay en algunas calles, resulta peligroso. El aeropuerto de esta ciudad está cerrado y así se mantendrá mientras se mantenga el estado de alerta máxima.

Julián Villarroel, director de Ingeominas, aseguraba ayer que no se puede saber aún si tras la erupción del jueves la actividad del volcán remitirá o, si por el contrario, habrá más explosiones y nubes de cenizas.