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Tribuna:LA SANIDAD A DEBATE
Tribuna
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Esperanza Aguirre: ni cumple ni dimite

Los autores mantienen que la presidenta regional manipula los datos de las listas de espera, que no ha cumplido su promesa

Tengo decidido que si en dos años después de llegar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, algún madrileño tiene que esperar más de 30 días para ser operado, después de que el médico le prescriba la operación, yo dimito de la Presidencia de la Comunidad de Madrid." Así de taxativa fue Esperanza Aguirre en la campaña electoral en mayo de 2003, condicionando su dimisión, de forma frívola e irresponsable, al cumplimiento de un objetivo que ha causado no pocos quebraderos de cabeza a la sanidad madrileña.

Durante dos años se han dedicado los esfuerzos en exclusiva a acelerar los procesos quirúrgicos, causando graves desajustes en el sistema. El más grave de todos ellos está siendo, a juicio de numerosos profesionales, la ausencia de criterios médicos para priorizar las intervenciones, supeditándolas a criterios meramente administrativos. Las intervenciones "a destajo" han llevado, en muchos casos a un proceso que estamos llamando de "priorización inversa" que se caracteriza por acelerar las intervenciones más sencillas y menos problemáticas adelantándolas en el tiempo a las más complejas, alejando la decisión de los médicos y poniéndola al servicio de las necesidades estadísticas de la Presidenta. El plan de choque del consejero Lamela ha producido, asimismo, una sobreutilización de camas hospitalarias para fines quirúrgicos responsable, en gran medida, del colapso en los servicios de urgencia de los hospitales que acumulan pacientes al no poderlos hospitalizar en las plantas por la ausencia de camas.

Los datos que presenta Aguirre están manipulados o, mejor, burdamente falsificados

Para vestir al santo de la promesa de Aguirre no sólo se ha desvestido al santo de las urgencias sino, y especialmente, el de la lista de espera diagnóstica. El enorme descuido sobre esta cuestión ha incrementado enormemente las esperas para las consultas de los especialistas y para las pruebas diagnósticas. El itinerario asistencial de los pacientes se ha incrementado en más de tres meses de media desde que gobierna Esperanza Aguirre -situándose en torno a los ocho meses- de modo que, aunque ésta hubiera cumplido su promesa de reducción de la lista quirúrgica -que no lo ha hecho- los madrileños aún esperarían más que antes puesto que todos los que van a ser operados han pasado previamente por un proceso diagnóstico. Podemos afirmar que, dos años después, los madrileños esperamos más tiempo desde que acudimos por primera vez al médico hasta que nos operan.

Esperanza Aguirre no ha cumplido su promesa. Si lo hubiera hecho no necesitaría gastarse un millón de euros en propaganda para convencer a los ciudadanos -compárese esta cifra con los menos de 900.000 euros que invertirá el Gobierno regional en la disminución de la lista de espera para mamografías-. Los datos que presenta Aguirre y que difunde a través de la página web de la Consejería están manipulados o, mejor, burdamente falsificados. ¿Por qué procedimientos?

En primer lugar, incumpliendo la ley (Real Decreto 605/2003, de 23 de mayo) que establece que la lista de espera quirúrgica debe contabilizarse desde que el médico especialista quirúrgico prescribe la intervención -así formuló, además, Aguirre su promesa-. Sin embargo, la contabilidad del Gobierno regional se hace desde que al paciente se le cita con el anestesista, lo que ocurre al final del proceso, tras la realización de las pruebas preoperatorias. Este sistema fraudulento de medición que sólo la Comunidad de Madrid realiza fue expresamente rechazado por unanimidad -incluidas las otras comunidades autónomas gobernadas por el PP- por el Consejo Interterritorial de Sanidad. Este procedimiento ilegal deja fuera de la contabilidad regional a, aproximadamente, un 45% de las personas que realmente están esperando para operarse.

En segundo lugar, también se expulsa de la lista de espera a aquellas personas que rechazan operarse fuera del sistema público, es decir a los que no aceptan ser enviados a una clínica privada. Aguirre castiga a los que confían en el sistema público expulsándolos de la lista de espera. En los últimos datos publicados por la Consejería de Sanidad -correspondientes a septiembre- 6.735 personas se encontraban en esta situación, de las cuales 5.058 esperan hasta tres meses, 1.375 esperan entre tres y seis meses, 263 entre seis meses y un año y 39 personas esperan más de un año. En total son excluidos por este procedimiento el 22% de los madrileños pendientes de intervención. Estos datos se pueden comprobar fácilmente en la página web de la Consejería. Esperanza Aguirre miente.

Al final, sólo uno de cada tres madrileños de los que esperan una operación son contabilizados. Y son contabilizados desde que les visita el anestesista incumpliendo flagrantemente la ley. Ningún madrileño -excepto los casos más urgentes- espera menos de 30 días "desde que el médico le prescribe la operación". Aguirre miente y gasta el dinero de todos los madrileños en una campaña de propaganda para encubrir sus falsedades.

Pero ¿se engaña a alguien con esta campaña? Todos los ciudadanos conocen a alguien, un familiar, un vecino, un compañero de trabajo que va a ser operado o lo ha sido recientemente. ¿Ha esperado menos de un mes? ¿Es creíble el anuncio de Aguirre de que hoy ninguna persona espera en Madrid más de 30 días para una intervención quirúrgica? ¿Ha cumplido Aguirre la promesa con la que comprometió su futuro político?

Aguirre debería dimitir por tres motivos. Primero por no cumplir la promesa. Segundo por mentir a la ciudadanía. Tercero por haber deteriorado la sanidad pública madrileña como consecuencia de sus frivolidades.

No lo hará: engañar sobre lo evidente y sostener el engaño contra viento y marea es la característica que mejor describe al Partido Popular. Los madrileños y los españoles lo sabemos bien.

Lucas Fernández, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid. Eduardo Sánchez Gatell, portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de la Asamblea de Madrid de Estudio para la Reducción de las Listas de Espera Diagnóstica.

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