Pollo fracasado
En el último lustro se han generalizado las películas de instituto protagonizadas por el perdedor del que todo el mundo se ríe y que se pasa el día recibiendo collejas físicas y morales. Chicken little, nueva película de animación en tres dimensiones de la factoría Disney, se apunta a la moda, aunque muy en su estilo: enfilando una incorrección política alejada de su tradición, para luego darle la vuelta y conformar una parábola de reminiscencias ultraconservadoras sobre un fracasado reconvertido.
Para intentar resultar original, la película comienza con una parodia de los muy reincidentes comienzos de las cintas infantiles, pero pronto se ve que la base de la historia es el colmo de la falsificación: un pueblo en el que sus ciudadanos (animales) temen que un día el cielo se caiga sobre sus cabezas. Después, la película tiene dos partes bien diferenciadas: la transformación del pollito protagonista en un ídolo de masas gracias, cómo no, a un partido de béisbol, y una aventura a bordo de una nave extraterrestre.
CHICKEN LITTLE
Dirección: Mark Dindal. Intérpretes: Zach Braff, Garry Marshall, Patrick Stewart, Joan Cusack (voces). Género: animación infantil. EE UU, 2005. Duración: 81 minutos.
La enseñanza para los pequeños parece ser que todo niño torpe y segundón puede convertirse en un as del béisbol y de la vida si se esfuerza lo suficiente y si aplica la correspondiente entereza. Pero, ¿por qué un crío tiene que ser siempre un triunfador? Tras la ruptura con Pixar (Toy story, Buscando a Nemo...), Disney tendrá que afinar más con sus guiones si no quiere convertirse en uno de los fracasados que tan poco parecen gustarle.
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