El PNV elude pronunciarse sobre la propuesta de sus socios para la Ponencia de Víctimas

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento, el peneuvista Iñigo Urkullu, eludió ayer pronunciarse sobre la propuesta de sus socios de EA y EB de limitar la Ponencia de Víctimas a las del terrorismo, y arremetió contra el Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, que criticó su posible apertura a otras víctimas. Quince asociaciones y fundaciones de víctimas rechazaron ayer el modo en que se ha constituido ese foro, por la supresión del término "terrorismo" de su nombre y por la presencia de EHAK en él.

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Iñigo Urkullu, no se pronunció ayer sobre la propuesta de sus socios de EA y EB de limitar la Ponencia Permanente de Víctimas constituida el día 3 exclusivamente a los afectados por el terrorismo y arremetió contra el PP y el Alto Comisionado del Gobierno para las Víctimas, Gregorio Peces Barba, por haber criticado la posible apertura de ese foro a otro tipo de víctimas.

"Yo me quedo en decir cuáles han sido las razones de la constitución de la Ponencia Permanente de Víctimas", dijo, en referencia al mandato aprobado por el Parlamento en febrero pasado, "y, por respeto al trabajo de los grupos parlamentarios, espero al miércoles por la tarde", día en el que ha convocado la primera reunión del nuevo foro. Urkullu hizo votos para que ese día cada grupo "pueda fijar cuál es su plan de trabajo, sus propuestas". El presidente de la Comisión de Derechos Humanos dijo que él y su grupo harán "todo lo que esté en nuestra mano" para que "podamos hablar de más cosas también y todos salgamos de las trincheras del pasado".

Urkullu compareció en los pasillos de la Cámara para salir al paso, nueve días después, de la polémica desatada y defender su actuación y la de su grupo parlamentario. El presidente de la Comisión de Derechos Humanos estableció su defensa en la lectura que hizo en la constitución de la ponencia del acuerdo del pleno de febrero que le da origen. A su juicio, ello deja claro su cometido.

El PSE dio por zanjada la polémica con esta explicación, en el sobreentendido de que sólo se trabajará sobre las victimas del terrorismo, incluya o no ese término la ponencia, dijo su portavoz, Rodolfo Ares.

El PP, por el contrario, insistió en que el nombre "sí importa" y exigió que se conserve el de la anterior legislatura. T ambién reiteró que EHAK debe condenar a ETA para participar en la ponencia. Su portavoz, Santiago Abascal, acusó abiertamente a Urkullu de haberle "engañado", porque le aseguró, según dijo, "que iba a constituir una ponencia de víctimas del terrorismo". También anunció que el miércoles exigirá la condena de EHAK y que, si no lo hace, su grupo considerará no constituida la ponencia y emprenderá "todas las iniciativas precisas para que se cree".

El Grupo Popular se situó así en la línea del comunicado firmado por quince asociaciones, fundaciones y colectivos de víctimas, que consideran esa supresión como "un claro desprecio" a su condición. Entre los firmantes se encuentran la Fundación de Víctimas del Terrorismo, la AVT, Covite y las asociaciones catalana, gallega, andaluza, la de Ayuda a Víctimas del 11-M, y las fundaciones Manuel Broseta, Miguel Ángel Blanco y Gregorio Ordóñez, entre otras. Los colectivos consideran la supresion del término "terrorismo" como "la mayor afrenta". "Tras los eufemismos, los incumplimientos de los compromisos acordados y el miedo a llamar a las cosas por su nombre, se esconde la falta de una verdadera voluntad política", señalan. El comunicado pregunta también al Gobierno Ibarretxe "cuándo se cumplirá alguna de las medidas" acordadas con anterioridad y pide que en la ponencia se admita sólo a grupos que condenen a ETA.

Urkullu, compareció minutos después de conocerse el comunicado, pero no se refirió a él, y arremetió tanto contra el PP, al que acusó de "marrullería" y "embarrar" el terreno de juego, como contra Gregorio Peces-Barba, al que achacó haber criticado la ponencia para "lavar su cara" y "desviar la atención de lo que él no ha hecho".

"¿Qué pinta el Alto Comisionado del Gobierno para las víctimas del terrorismo hablando del cometido de una ponencia aprobada por la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco a la luz de su autonomía, de su soberanía?", preguntó Urkullu. "¿Qué pinta, cuando aquí hay una directora para las víctimas del terrorismo, órgano aprobado a propuesta del lehendakari y del tripartito?", insistió. "Qué triste que un Alto Comisionado tenga que recurrir a tirar el balón al Norte para desviar la atención de su propia situación o de lo que no ha hecho", concluyó.

[El Parlamento expresó ayer, con los votos del tripartito, PSE y PP , "su máximo respaldo" a los jueces, como garantes "de los derechos y libertades de la ciudadanía vasca" y condenó las amenazas a cargos públicos y miembros de la judicatura, y los ataques de ETA a sus sedes].