Un millón nuestro

Estoy ojeando el periódico y no salgo de mi asombro cuando, lleno de estupor, leo un titular que dice textualmente: "Aguirre gasta un millón en publicitar que ha bajado la lista de espera quirúrgica a 30 días". Señora Aguirre, permítame que no me crea lo de los 30 días, puesto que ustedes empiezan a contar desde que al paciente le han sido realizadas todas las pruebas preoperatorios, incluidas las del anestesista. ¿Por qué no cuentan desde que el enfermo está tumbado en la camilla a la puerta del quirófano? Reducirían las listas de espera a... ¡un ratito!

Pero supongamos que lo que usted dice es cierto, ojalá lo fuera. ¿Con qué derecho gasta usted nuestro dinero en publicidad para decir que ha hecho su trabajo? Por ello, ya le pagamos su sueldo.