El PNV suprime la mención al terrorismo del nombre de la Ponencia de Víctimas

La Ponencia de Víctimas del Terrorismo que funcionó en el Parlamento vasco durante la legislatura pasada volvió a constituirse ayer con un cambio en su denominación, al suprimirse la mención expresa al terrorismo que figuraba en el nombre de la anterior. Aralar se felicitó de que la ponencia nazca "sin calificativos" y EHAK explicó su presencia -Batasuna no asistió a ella en el anterior periodo- por la expectativa de que se tendrá en cuenta a las víctimas "de todas las partes", y citó entre ellas al preso de ETA hallado ahorcado el lunes.

La ponencia de víctimas de la Cámara vasca parece predestinada a la polémica desde el momento mismo de su nacimiento y empezando por su denominación, de la que el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, el peneuvista Iñigo Urkullu, ha suprimido el término "terrorismo" que llevó la pasada legislatura. El PP y el PSE reclaman que se mantenga y que sus trabajos se ciñan a las víctimas de ETA y a controlar e impulsar el cumplimiento de las medidas adoptadas para ellas en el pleno que celebró el Parlamento el 17 de febrero de este año. La ponencia se constituyó ayer y por primera vez participan todos los grupos de la Cámara.

Ésta es la tercera legislatura en la que se forma esta ponencia, pero nunca antes estuvo completa. Su nombre, determinante luego para el contenido de su actuación, tuvo mucho que ver en las ausencias de cada vez. Así, en su primera edición, se llamó Ponencia de Víctimas de la Violencia y tanto el PP como el PSE se apearon de ella por la presencia de Batasuna y por no compartir que se mezclara a las víctimas de ETA con otros casos.

En la legislatura pasada se denominó Ponencia de Víctimas del Terrorismo. Por ello la rechazó Batasuna y su trabajo, tras un acuerdo unánime a medio camino en 2003, terminó sin consenso. En este tercer intento, se denominará simplemente Ponencia de Víctimas y, sobre el papel, tiene como misión exclusiva la encomienda del pleno de la Cámara de "realizar el seguimiento y velar por el cumplimiento de las medidas aprobadas".

La decisión de Urkullu de denominarla simplemente Ponencia de Víctimas, desató ya las primeras interpretaciones diferenciadas sobre el significado de ese cambio y sobre los colectivos que tendrán cabida en su trabajo. Urkullu no quiso comparecer al término de la reunión, pero sí se mostró abierto a abordar otros supuestos.

"Otros foros"

Sus socios de EA, sin embargo, tienen claro que mezclar otros casos lastrará la ponencia. Su portavoz, Rafael Larreina, se adelantó ayer mismo a proponer que para esas cuestiones, como las denuncias de torturas o las relativas a los presos de ETA, que reclaman los abertzales, se constituyan "otros foros". Larreina citó la ponencia con su denominación anterior de Víctimas del Terrorismo.

En opinión de Aralar, el cambio de nombre es "un paso positivo" y su representante, Aintzane Ezenarro, consideró que ello posibilitará "una mirada amplia", que permita comprender "todos los sufrimientos". El PP centró su crítica en la presencia de EHAK. Su representante, Santiago Abascal, reconoció que no hay modo de impedirla, pero la tildó de "disparate, vergüenza y humillación" para las víctimas, y vaticinó que la ponencia ha nacido "herida de muerte".

El PP permanecerá en ella pese a esa presencia de los radicales, a diferencia de su negativa, compartida por el PSE, a asistir a la que funcionó en el primer mandato de Ibarretxe con presencia de Batasuna (entonces Euskal Herritarrok). Lo hará, explicó Abascal, para exigir que se cumpla el mandato parlamentario, que es "muy concreto" y restringido a las víctimas de ETA. "Otra cosa es lo que hagan las víctimas", apuntó. Éstas pueden sentir que comparecen "ante ETA o, al menos, ante quienes no siente ninguna repulsión por sus verdugos", añadió. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) le dio la razón ayer mismo al anunciar que no comparecerá ante ella, tras tachar de "insulto" y "ultraje" la presencia de EHAK.

El socialista Rodolfo Ares advirtió de que será exigente con el cumplimiento de las medidas comprometidas y apuntó que "no es de recibo" que la ponencia se quiera usar para otra cosa que lo aprobado por la Cámara. En la línea de Larreina, sugirió que los grupos que lo deseen promuevan "nuevas iniciativas" para otras cuestiones.