Por la puerta grande
Una vez más queda demostrado que los nacionalistas vascos son ciudadanos de primera y que el resto somos de segunda. El último ejemplo lo hemos podido ver en el juicio contra los señores Atutxa, Knörr y Bilbao por no cumplir una resolución judicial.
No es mi intención el hablar del incumplimiento del artículo 118 de la aprobada, también en el País Vasco, Constitución española, en el que se establece que es obligado cumplir las sentencias y demás resoluciones firmes de los jueces y tribunales. Esto lo dirán los tribunales. Pero lo que no dirán éstos y sí los ciudadanos es por qué otra vez, aunque sin la batuta-paraguas del señor Arzalluz, los encausados entraron por la puerta principal del edificio del Palacio de Justicia de Bilbao, en los Jardines de Albia, cuando todos los ciudadanos accedemos al Palacio de Justicia siempre por la puerta de atrás, por la calle Barroeta Aldamar.
¿Por qué esa diferencia? Si somos todos iguales ante la ley, ¿no deberíamos acceder también todos por el mismo sitio? ¿Será que el batzokismo también llega hasta los tribunales?- Paz Pañeda Pérez. Bilbao.
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