Ontiveros: "Hemos perdido diez años en alfabetización digital"
El economista vaticina una subida de los tipos de interés en 2006
Emilio Ontiveros, presidente de Asesores Financieros Internacionales, subrayó ayer en Valencia que España padece un desfase entre "una economía que sobre la báscula es la novena del mundo" mientra que el país ocupa "el puesto 29 en alfabetización digital". Y atribuyó esa brecha a "la obsesión por el déficit cero" que define la política económica desarrollada en España durante los últimos diez años.
"Nuestros gobernantes parecían convencidos de que la economía se movía con piloto automático y sólo se preocuparon de controlar el déficit", comentó Ontiveros, "practicaban una política económica del siglo XIX mientras el resto de los países europeos controlaban el déficit, condición necesaria, y además apostaban a las tecnologías de la información y el conocimiento propias de la economía del siglo XXI".
El resultado de obviar una aportación suficiente a la formación, la educación o la alfabetización digital se aprecia ahora. "El World Economic Forum acaba de explicarnos que la educación secundaria en Eslovaquia es mejor que en España", explicó, "mientras que la hora de trabajo es mucho más barata, que la inversión en I+D en Chequia es más importante que en España o que ocupamos el puesto 29 en grado de alfabetización digital, un indicador que miran mucho las multinacionales para decidir donde instalarse".
"Hemos estado diez años despistados y ahora debemos acometer ese problema", siguió, "del mismo modo que el plan de estabilización, en los años cincuenta, optó por alfabetizar a la población española porque alguien se dieron cuenta de que la educación es clave para la productividad".
El presidente de Analistas Financieros Internacionales ofreció dos conferencias en Alicante, por la mañana, y Valencia, por la tarde, invitado por la Fundació Societat i Progrés que preside el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla.
Minutos antes de su intervención, Ontiveros recordó ante un grupo de periodistas que España vive el ciclo de crecimiento sostenido más largo de su historia y sigue creciendo a un ritmo del 3,5% anual, según los últimos datos trimestrales del Banco de España, dos puntos por encima de la media europea. Y, precisamente por lo prolongado del ciclo, apeló a la cautela. Pesa demasiado la inversión en vivienda residencial y los indicadores turísticos apuntan que los visitantes gastan menos, por lo que urge cambiar el patrón, "tenemos que modificar la estructura de crecimiento de la economía española para que cobren más importancia sectores que aporten conocimiento".
La buena tendencia no se truncará de golpe, según sus previsiones, pero se verá afectada por un inminente alza de los tipos de interés. Ontiveros vaticinó que "en 2006 los tipos subirán entre medio punto y tres cuartos de punto".
Predicar con el ejemplo
La extensión del uso de nuevas tecnologías, la adquisición de nuevos hábitos, en suma, la alfabetización digital, "no depende primordialmente de dinero, de inversión pública", apuntó ayer en Valencia el economista Emilio Ontiveros, los países que más éxito han tenido "en muchos casos se han limitado a predicar con el ejemplo". "Deberíamos abandonar los prejuicios ideológicos y limitarnos a copiar a los que han hecho las cosas bien", siguió el presidente de Analistas Financieros Internacionales. "Cinco de los países a la cabeza en la liga de la economía del conocimiento son europeos, nórdicos, que han ofrecido a sus ciudadanos la posibilidad de mantener una interlocución digital única con todas las administraciones". La eficiencia que deriva de resolver cualquier trámite administrativo, desde asuntos municipales a estatales, en casa y a través del ordenador, es inestimable en términos económicos. "Si eso fuera en España, hasta las pymes se modernizarían", bromeó el economista.
Ontiveros apenas se atrevió a sugerir que el proyecto de presupuestos del Estado que se tramita en el Congreso de los Diputados incluye "señales en la dirección correcta" en materia de fomento de la investigación o inversión en educación. Pero recordó que todavía no ha sido definitivamente aprobado.
Y rechazó considerar de forma singular la situación que atraviesa la industria valenciana en relación con resto del país. Sí concedió que "la especialización en sectores manufactureros ha puesto de manifiesto un alto grado de vulnerabilidad frente a las economías emergentes que producen algunas manufacturas igual o mejor que nosotros". Pero recordó que los problemas derivados de la mundialización de mercados eran patentes hace diez años; que las fórmulas para sortearlos siguen siendo las mismas: especialización y diferenciación; y que el euro ofrece un colchón que antes era inexistente.
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