Triángulo fantástico

Flirteo de un cineasta más que estimable por un género, el fantástico, Oculto es la más bien trabajosa y por momentos interesante crónica de un peculiar triángulo, que en realidad es un cuadrado: al menos uno de los lados, empero, permanece oculto. Lo juegan los tres máximos protagonistas de la acción, más un cuarto del que no sabremos demasiado (ni siquiera veremos nunca su rostro con claridad).

Filme que ostenta una impecable factura, desde su fotografía hasta su sólida ambientación, y en el que se lucen, cada una en su registro, las dos actrices principales (del talento de Marull lo sabemos casi todo, pero Cepeda demuestra por fin que es bastante más que un rostro y un cuerpo espectaculares), hace aguas en su tercio final, lastrado por un deseo de concreción que no le hace ninguna falta. Se diría que, después de tener a su espectador atrapado durante hora y media en una hábil telaraña de posibles e imposibles, Hernández desconfiara de su capacidad para deducir por sí mismo una historia a la que le hubiera venido muy bien más de una reescritura de guión, y de la que lo que más sobresale son justamente los aspectos técnicos y su elegante look visual... muy por encima de su parca, previsible anécdota.