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LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

Duran pide a la Iglesia que deje de sembrar tanto odio en sus medios

Josep Antoni Duran Lleida hizo ayer un "paréntesis" en su discurso para referirse al papel desempeñado por la Iglesia en este debate: "Ustedes saben de mi condición de creyente, de católico, de defensor de los principios del humanismo, del respeto y de consideración a la doctrina social de la Iglesia como fuente de inspiración de mis ideas socialcristianas. Defensor de que la iglesia puede y debe expresar libremente sus opiniones sobre aquello que crea necesario. Siempre he criticado a quienes le aplauden por su condena de la guerra de Irak pero pretenden silenciarla cuando su palabra defiende el derecho a la vida o a la familia", comenzó.

"La Iglesia católica es mater et magistra [madre y maestra]. Pues bien, cuando algunos de sus dirigentes se suman con sus palabras a los azotes políticos que está recibiendo este proyecto de Ley Orgánica me parece imprescindible, humildemente, reclamarles y exigirles que relean y divulguen los discursos de Juan Pablo II ante la UNESCO el 2 de junio de 1980 o en la Asamblea de la ONU el 5 de octubre de 1995 sobre los derechos de los pueblos: 'La lengua y la cultura son la base de una nación', decía el anterior Papa".

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"Pero sobre todo la Iglesia tiene como misión la difusión del Evangelio. Es por ello que no puede permitirse ni un día más que desde algunos de sus medios de comunicación y por alguno de sus profesionales se siembre a diario el insulto, el odio y la confrontación. Los insultos que se oyen dejan muy cortos a los de 'cretino' o 'necio' que Jesús condenaba. Se alimentan los prejuicios territoriales, se criminaliza a dirigentes políticos o empresariales. Se falta sistemáticamente a la verdad. Jesús distingue entre el buen pastor y el mercenario. Obligación de la Iglesia es deshacerse de mercenarios y nutrirse de buenos pastores. Desde la fe que profeso no puedo dejar de sentir todo este cúmulo de atrocidades como la antítesis del Evangelio. Modestamente, pero enérgicamente, debo pronunciar un respetuoso y sereno ¡Basta ya! y reclamar una diligente y consecuente solución a la siembra de tanto odio y confrontación".

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