Maragall insta a los partidos a defender el proyecto aprobado en Cataluña

Pasqual Maragall reclamó ayer a las formaciones políticas catalanas "unidad de acción" para defender, el día 2 en el Congreso, "los contenidos" del Estatuto aprobado en el Parlamento catalán. El presidente de la Generalitat elevó esta petición ayer en la Cámara catalana en la sesión de control al Ejecutivo y posteriormente en la reunión que mantuvo con los parlamentarios catalanes que defenderán el proyecto estatutario en el Congreso: la socialista Manuela de Madre, el convergente Artur Mas y el republicano Josep Lluís Carod.

Maragall fue interrogado por el informe de los expertos del PSOE sobre el Estatuto y el posterior proceso de negociación en el Congreso. El presidente se mostró optimista y confiando sobre el éxito de este trámite y defendió la legitimidad de todos los grupos de expresar sus opiniones de forma "racional". De esa legitimidad excluyó al Partido Popular mientras "no pare su campaña contra Cataluña y contra los catalanes y deje de sembrar vientos de discordia".

En este sentido, el líder de Esquerra, Josep Lluís Carod, conminó al presidente catalán a emprender acciones judiciales contra los medios de comunicación españoles que fomentan el "odio étnico" contra Cataluña. Maragall rechazó esta petición, aunque dejó abierta la puerta al señalar que todavía no es hora de "encender las alarmas".

En la posterior reunión, el presidente pidió a los parlamentarios que utilicen el catalán en parte de su alocución, pero en tono institucional como hizo el lehendakari en el pleno de presentación del plan Ibarretxe. Por su parte, el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, recordó que las intervenciones en el Congreso en defensa del proyecto estatutario se hacen en nombre del Parlamento catalán y no de cada grupo político.

Pero ni las apelaciones de Maragall ni de Saura lograron unificar criterios, más allá de los estrictamente formales, entre los partidos catalanes. Tan sólo acordaron el orden de intervención y evitar caer en las provocaciones del Partido Popular.

Crisis de Gobierno

El convergente Artur Mas y el popular Josep Piqué interpelaron a Maragall sobre su frustrada remodelación del Gobierno catalán. Mas le recriminó que antepusiera sus intereses personales y políticos por encima de los de Cataluña al acceder a las exigencias de los partidos que le sustentan, mientras que Piqué lamentó el descrédito que, en su opinión, ha afectado a la presidencia de la Generalitat.

Maragall admitió que sus intenciones eran reestructurar a fondo su Gobierno, pero que "dificultades lógicas" y "el periodo de interinidad demasiado largo" en que hubiera quedado el Ejecutivo le convencieron de no cambiar ningún consejero.