Rajoy ofrecerá a Zapatero una reescritura del Estatuto "para que encaje" en la Constitución

Mariano Rajoy, líder del PP, desempolvará el próximo miércoles la oferta de pacto que hizo el pasado 14 de enero al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y le propondrá "dar la vuelta como un calcetín" al proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña y "reescribirlo para que encaje totalmente en la Constitución". Rajoy mantiene que el proyecto de Estatuto es "inconstitucional y anticonstitucional, pues propone que España sea un Estado confederal". Opina que "lo mejor para todos" sería devolver el texto y que el Parlamento catalán empezara de nuevo. Pero si Zapatero quiere enmendarlo, él le ofrecerá que los dos grandes partidos pacten una "nueva redacción que cumpla escrupulosamente con la Constitución".

El PP pretende un pacto previo con el PSOE antes de ir a la Comisión Constitucional

El presidente de los populares detallará en el debate del Pleno del Congreso del 2 de noviembre "todas las inconstitucionalidades" que él ve en el proyecto catalán. Dirá que no basta con eliminar la financiación autonómica de la redacción del texto, como ha anunciado el PSOE, sobre todo si eso va acompañado, bajo cuerda, de una suerte de cheque británico para Cataluña que "rompa la solidaridad con las autonomías menos ricas y la igualdad entre los españoles". Insistirá en que sólo España es una nación, y que las autonomías son, según la Constitución, nacionalidades o regiones. Subrayará que el Estatuto está redactado para dar consistencia a una nueva nación, Cataluña, y que eso es "inadmisible".

Rajoy reiterará que los más perjudicados, si este texto saliera adelante tal como está, son los ciudadanos y las empresas de Cataluña, pues es, según él, un texto "tremendamente intervencionista". Y pedirá al presidente del Gobierno que, "por sentido común y por el bien de España, devuelva el proyecto a Cataluña". Pero Rajoy sabe que eso no va a ocurrir y que, pese al voto en contra de los 148 diputados del PP, el proyecto de Estatuto catalán será admitido a trámite en el Congreso y pasará a la Comisión Constitucional.

"La patena"

El líder del PP quiere evitar que el debate del día 2 se convierta en un coro de promesas de cómo el Estatuto "va a quedar como una patena" con los votos de los mismos partidos (PSOE, ERC, CiU e Izquierda Unida) que han enviado al Congreso un proyecto "que hasta los expertos constitucionalistas contratados por el PSOE ven rotundamente inconstitucional".

Con ese objetivo, intentará que el debate se centre en analizar el proyecto que ha entrado en el Congreso, que él califica de "letal disparate", y en reivindicar que no se insista en la "ruptura de la Transición y del pacto constitucional". Esa ruptura se produce, según Rajoy, "desde el momento en el que se pone en marcha una reforma en la arquitectura institucional de España en contra de la mitad de los españoles", es decir, de los votantes del PP. Por eso, recordará, él acudió a La Moncloa el 14 de enero con una oferta de pacto para que los dos grandes partidos acordaran las "grandes líneas" de las reformas de los Estatutos y de la Constitución que había anunciado Zapatero en su discurso de investidura.

Aquello fue una oferta preventiva. Ahora el dato diferencial es que ya hay un proyecto de Estatuto de autonomía en el Congreso aprobado en Cataluña con el voto en contra del PP (que allí es un partido minoritario) y que, además, puede reformarse y salir adelante pese al rechazo de los populares. Ése es, además, el escenario más probable.

Rajoy dedicará parte de su discurso a intentar convencer de que si tal cosa ocurre no será porque él y su partido se nieguen a dialogar y pactar, sino "porque hay una voluntad expresa del PSOE y del presidente del Gobierno de excluir al PP". Según fuentes de la dirección del PP, Rajoy sólo explicitará su oferta a Zapatero si ve en el discurso de éste una "mínima voluntad" de buscar el acuerdo con el PP.

La oferta de Rajoy abre la puerta a que el PP participe con la presentación de enmiendas al proyecto en la Comisión Constitucional. Esa participación, en todo caso, está condicionada a que el PSOE acepte un "encuentro previo" entre los dos partidos mayoritarios para fijar "todas las inconstitucionalidades que hay que suprimir" y que, según el PP, son "muchísimas más" que las indicadas por los expertos de los socialistas. Y para eliminar también aquellos elementos que, sin ser rotundamente inconstitucionales, suponen "una invasión" en la vida privada de los catalanes, como las menciones a la ocupación de su tiempo libre. O aquellas que suponen la creación de una economía intervenida por los poderes públicos catalanes, como la regulación sobre las cajas de ahorro.

Ese pacto previo que pretende el PP para presentar enmiendas parciales no olvida que hay más partidos y que son otros los que han acordado el actual texto del proyecto catalán. Eso sí, Rajoy "rechazará rotundamente que el PSOE intente poner al mismo nivel al PP que a ERC para abrir luego el mercadillo de enmiendas con unos y con otros".

Lo más probable, y así lo asumen en el PP, es que ese acuerdo previo para fijar las "líneas rojas para los dos partidos de la inconstitucionalidad del proyecto no sea posible por el rechazo de los socios del PSOE". Si eso ocurriera, Rajoy tendría las manos libres para enarbolar ante los suyos la bandera de que "Zapatero rompe con la Transición y con la Constitución, rompe España y busca machacar al PP".