El Ejecutivo descarta regularizar la prostitución o perseguir a los clientes
La secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, descartó ayer que el Gobierno vaya a tomar medidas dirigidas a perseguir a los clientes de la prostitución (como ocurre en Suecia), y rechazó también la posibilidad de regularizar como laboral esa actividad. En un país como España, "con enorme tolerancia hacia la prostitución", señaló, no es viable una vía abolicionista, pues ello llevaría a colocar a las víctimas de redes de trata y tráfico en una doble situación clandestina.
Murillo subrayó -tras participar en el congreso internacional sobre Explotación Sexual y Tráfico de Mujeres y Niñas organizado por la asociación Somaly Man-AFESIP España- que la máxima prioridad del Gobierno respecto a la prostitución es la puesta en marcha de un plan contra la trata y tráfico. El 95% de las prostitutas que trabajan en España son inmigrantes y víctimas de alguna red criminal, apuntó Murillo, por lo que resulta fundamental un plan que ofrezca una salida a esas mujeres. La secretaria general insistió en que en España la prostitución está "absolutamente permitida y legalizada", pues puede ejercerla cualquier persona, y recordó que está prohibido que alguien pueda lucrarse explotando sexualmente a otra persona.