El PSC asume "con reservas" el dictamen sobre la reforma

Todas las sensibilidades del PSOE tuvieron ayer la oportunidad de expresarse en la ejecutiva. Y no la desaprovecharon. El presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, abrió el fuego con un discurso muy duro en el que criticaba sobre todo el coste electoral fuera de Cataluña del debate estatutario. El secretario de Organización, José Blanco, desmintió esa teoría. José Montilla y Carme Chacón, del PSC, asumieron "con reservas" el documento de los expertos, que rechaza partes fundamentales del nuevo Estatuto.

En su habitual tono vehemente, aunque ayer un poco más duro que de costumbre, Rodríguez Ibarra tuvo reproches para el PSC, por su "deslealtad" al haber permitido que un texto con apartados inconstitucionales fuera aprobado en el Parlamento autónomo. Pero sobre todo quiso incidir en el coste electoral que puede tener para el PSOE, fuera de Cataluña, todo el debate estatutario y especialmente la financiación y el concepto de nación atribuido a Cataluña.

Le contestó Blanco, el secretario de Organización, desmintiendo las encuestas que había citado Ibarra. El número dos del PSOE recordó los datos que posee y ya hizo públicos la semana pasada, y que sitúan al partido en intención de voto mejor que en las pasadas elecciones generales. Y destacó que en una comunidad como Castilla-La Mancha, donde teóricamente debería afectar más negativamente el debate estatutario, los resultados de una encuesta con 5.000 entrevistas son muy buenos para el PSOE, que se coloca casi a 20 puntos del PP, mucho mejor que en las últimas elecciones.

En general, y salvo la intervención inicial de Ibarra -llegó a decir que, a veces, Pasqual Maragall habla "como si fuera de ERC"-, el debate fue respetuoso con la idea de que hay que hacer la reforma estatutaria y buscar un punto de encuentro. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, cerró el debate recordando que esta reforma estaba en el programa electoral socialista.

El propio Manuel Chaves, presidente del PSOE y de Andalucía, una de las comunidades que se podrían ver más afectadas si se aprobara la reforma de la financiación tal como la propone el Parlamento catalán, insistió en la necesidad de reformar éste y otros estatutos, ya que se trata de compromisos electorales que el PSOE ha realizado en las distintas comunidades. Varios dirigentes consultados le vieron muy comprometido con el proceso, al contrario que Ibarra.

El debate no se centró en torno al documento de los expertos que se presentó ayer, sobre todo porque la mayoría de los miembros de la Ejecutiva no lo conocían hasta que no empezó la reunión. Sin embargo, muchos asistentes consideran significativo que un documento como éste, que anima a recortar varios puntos fundamentales de la propuesta de reforma, fuera asumido aunque "con reservas" por el propio José Montilla, primer secretario y hombre fuerte del PSC. Éste aclaró que esto es sólo el comienzo de la negociación, y admitió que un recorte tan sustancial podría ser complicado de asumir en Cataluña. Miquel Iceta, portavoz del PSC, señaló en Barcelona que el documento es un "buen punto de partida", informa Miquel Noguer.

El texto fue asumido por unanimidad en la Ejecutiva. Blanco se encargó de preguntar a Ibarra si apoyaba además la decisión de aprobar la toma en consideración. El extremeño asintió.

Ibarra criticó que se estaba planteando un estado "ergonómico", esto es adaptable a las necesidades de cada uno. Carme Chacón, también del PSC, se encargó de responderle recordando la distribución de fuerzas que hay en Cataluña, que ha obligado al PSC a aceptar partes del Estatuto con las que no estaba de acuerdo, pero también dijo que el estado autonómico nació porque "España no es Francia, y hay tres comunidades con lengua propia" y sentimiento de nacional.

Alfredo Pérez Rubalcaba explicó el texto de los expertos y Diego López Garrido aseguró que está "muy fundamentado en derecho". Al final, Zapatero pidió a todos "tranquilidad" y compromiso ante el "gran desafío" de buscar un equilibrio que satisfaga a todos.