Los presidentes de las cajas mantienen su apuesta por la fusión y reclaman otra ley

Las asambleas generales de las tres cajas de ahorros vascas se celebraron ayer tarde bajo la sombra de su abortada fusión. El mensaje que lanzaron los presidentes de la BBK, Xabier de Irala; la Kutxa, Carlos Etxepare, y la Vital, Gregorio Rojo, fue todo lo contrario a una renuncia, pese a que el proyecto no cuenta en estos momentos con el respaldo político suficiente. Los tres se mostraron convencidos de que el proceso debe seguir "adelante". Etxepare e Irala pidieron incluso al Parlamento que aborde, como paso imprescindible, la modificación de la Ley de Cajas, requisito necesario para que la integración se pueda hacer efectiva. Rojo no entró en concreto en este último asunto, pero en numerosas ocasiones se ha pronunciado públicamente a favor de dicho cambio.

Las entidades quieren ese cambio legal amparado en el mayor consenso político posible, pero ayer no entraron en qué partidos deben sumarse a ese consenso. El PSE, que aupó a Rojo a la presidencia de la caja alavesa de la mano del PP, anunció el pasado día 4 que renunciaba a respaldar la fusión visto el rotundo rechazo de los populares. Los socialistas asumían así el compromiso del propio Rojo de que la integración no se haría sin el PP y buscaban evitar que este partido usase como baza electoral en 2007 su rechazo al proyecto. Irala aludió ayer a que el proceso no se puede ver condicionado por la "cuenta de resultados de los partidos", es decir, los votos.

La decisión socialista suponía congelar la idea hasta lograr mayor apoyo. Rojo matizó ayer la postura: "Esta dinámica de trabajo coordinado para anticipar escenarios y ser así más fuertes no ha sido un fracaso. Renunciar a ella sería tanto como renunciar al futuro y al liderazgo que se nos exige como entidad financiera líder en Álava". Precisó que de "manera incansable" se dedicará a establecer alianzas estratégicas.

Antes de que terminase la asamblea de la Vital, Iñaki Oyarzabal, secretario general del PP alavés, y Javier de Andrés, diputado foral de Transportes y miembro del Consejo de Administración de la caja por el PP, advirtieron de que Rojo no cuenta ya en principio con su confianza. Los populares indicaron que no les vale lo que no sea zanjar definitivamente la cuestión.

El apoyo de los tres presidentes a la fusión quedó perfectamente claro en el llamamiento de Etxepare a "mantener vivo todos los días" este proyecto pese a las "dificultades de todo tipo" que están oponiendo determinados sectores políticos y de la competencia financiera. El proceso de unión será "complejo y largo en el tiempo", coincidieron, aunque bueno para la sociedad. Etxepare dijo que los plazos iniciales igual no son los reales y que la fusión precisará al menos dos años.

Irala quiso destacar que nadie le ha presentado razones económicas para descartar la alianza. Rojo fue más allá: "Donde otros no ven sino riesgos, este presidente ve grandes oportunidades de futuro".

Los tres mandatarios repitieron argumentos en unas asambleas que no coincidían por casualidad. Y enfatizaron que no existe "ningún plan B", ni se plantean otro escenario que la fusión de las tres cajas, por lo que queda descartada una alianza a dos bandas entre la BBK y la Kutxa, como llegó a plantear el PNV cuando los socialistas decidieron congelar la operación. Los presidentes, pese haber sido nombrados gracias a los votos de los partidos en las asambleas, coincidieron en que su actuación se ha desarrrollado "en clave exclusivamente empresarial".

Esta información ha sido realizada por Pedro Gómez Damborenea, Pedro Gorospe y Mikel Ormazabal.