La lonja de El Puerto deja de vender un millón de euros por incumplir la exigencia de la facturación inmediata

"Aquí funcionamos con bolígrafo". Fue la respuesta que ofrecieron los vendedores de la lonja de pescado de El Puerto de Santa María (Cádiz) cuando inspectores de la Junta exigieron en la madrugada de ayer que todas las operaciones de compra y venta se realizasen con factura inmediata. Un documento que en la lonja portuense se entrega 24 horas después, puesto que no está informatizada para realizar este trámite al momento. El aviso de posibles sanciones provocó que tres barcos dejaran de vender más de 3.000 cajas, que la Asociación de Vendedores (Asoven) valora en un 1.2000.000 euros. Parte de ese pescado tuvo que ser tirado y la otra parte tendrá que rebajarse.

Un decreto del Gobierno central, adaptado a la normativa europea, exige que todos los productos pesqueros sean vendidos con un etiquetado que detalle sus características técnicas y certifique su buen estado. También requiere la expedición de una factura en cada compraventa. La lonja de El Puerto cumple con el requisito del etiquetado pero, por problemas técnicos, no con el de la factura. Hasta ahora el sistema utilizado en El Puerto es rudimentario. Los vendedores utilizan listas escritas a mano en cada operación. En ellas se incluyen los nombres de los compradores que se han hecho con una mercancía y se especifica la cantidad comprada y el tipo de productos. Con esa lista, se entregan al día siguiente las facturas correspondientes. 24 horas después de haberse efectuado la compraventa. "Hasta ahora hemos funcionado así porque nuestra lonja no está informatizada", señaló el responsable de Asoven, Manuel Asencio.

Inspectores de Pesca se presentaron en la lonja pasadas las 3:00 en un operativo de control de las capturas y venta de pescado. Exigieron la factura. Los inspectores llegaron a advertir a los compradores de que sus camiones podían ser parados y sus mercancías ser decomisadas sin ese documento.

La exigencia de los inspectores originó momentos tensos. Todas las operaciones se pararon por temor a las sanciones. Le prosiguió la indignación general de compradores y vendedores que llevó al colectivo afectado a improvisar una protesta en la carretera exterior a la lonja, donde un grupo de manifestantes, vehículos incluidos, cortó el tráfico durante más de tres horas. De esta forma mostraron su malestar por el trato recibido. Es la cofradía de pescadores de El Puerto la que tiene la concesión de la lonja. Su secretario, Antonio Carbonell, calificó como "chocante" que los inspectores exigieran ayer la factura, cuando el decreto que la hace obligatoria se aprobó hace más de un año. "¿Por qué aparecen ahora?", se preguntó.

"Afortunadamente esto ha ocurrido en pleno paro de la flota de arrastre, porque podría haber sido mucho peor. Lo ocurrido ha sido muy grave. Hemos corrido el riesgo de que nuestros clientes se vayan a otros mercados, sobre todo, porque se les ha amenazado con decomisar sus productos y con sancionarles económicamente", afirmó Carbonell.

La protesta en la carretera logró calmarse cuando los manifestantes arrancaron una reunión al mediodía con el delegado de Agricultura y Pesca de la Junta, Juan Antonio Blanco. Al encuentro acudieron también representantes de la cofradía de Pescadores, de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y del Ayuntamiento de El Puerto. En la reunión se alcanzó el acuerdo de sustituir la factura inmediata por un documento temporal, hasta que el recinto sea informatizado, una operación que debe concluir la Autoridad Portuaria "en unos meses".

Las partes consensuaron un documento sustitutivo de las facturas con los servicios técnicos de la Dirección General de Pesca y la delegación provincial, hasta que la lonja no cuente con los nuevos sistemas tecnológicos que posibiliten el trámite inmediato. Mientras, el bolígrafo seguirá funcionando en la lonja de El Puerto.