Naciones Unidas sigue buscando en el Sáhara a 250 subsaharianos

Patrullas de Naciones Unidas rastrean desde hace tres días ambos lados del muro construido por Marruecos en el Sáhara Occidental para protegerse de los ataques del Frente Polisario, en busca de más inmigrantes abandonados en el desierto por Rabat.

En concreto, intentan localizar a 250 personas, procedentes de varios grupos, con las que se mantenían en contacto a través del teléfono móvil de uno de los inmigrantes, que recargaban con una batería formada por cuatro pilas interconectadas. La impresión de que los subsaharianos se hallan cerca del muro minado se basa en que aseguran ver "un cuartel" y que los soldados disparan cuando tratan de acercarse. Fuentes del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) indicaron que los responsables de la ONU les buscan sobre todo en la zona de Amgala, a unos 50 kilómetros al sureste de Smara, en la zona controlada por el Polisario.

El jueves las fuerzas de Naciones Unidas les sugirieron que trataran de quemar un neumático de automóvil que habían encontrado, con la esperanza de que el humo denso que produce la combustión del caucho permitiera fijar su posición, según fuentes del ACNUR. Pero no lograron localizarlos. Ayer por la tarde se perdió el contacto telefónico con ellos. En total, el Gobierno de Rabat habría abandonado en el Sáhara Occidental a más de medio millar de subsaharianos procedentes de los alrededores de los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla, según ACNUR.

Presiones marroquíes

Los efectivos de Naciones Unidas que buscan a los inmigrantes pertenecen a la Minurso, un contingente fundamentalmente militar que permanece en la zona desde 1991 para verificar el alto el fuego firmado aquel año por el Gobierno de Rabat y los independentistas saharauis. Fuentes de esa fuerza multinacional reconocen que las autoridades marroquíes les están presionando para que abandonen la búsqueda de inmigrantes, pues consideran que es un cometido que excede a su misión.

Sin embargo, una portavoz de la Minurso declaró el miércoles a este periódico que el rastreo del territorio está siendo efectuado "dentro del mandato de Naciones Unidas. Hemos aumentado las patrullas y comunicaremos las irregularidades a los jefes de la misión, que a su vez informarán a nuestra sede central en Nueva York". La portavoz indicó que tenía órdenes expresas de no revelar más datos.

Por otra parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, reiteró ayer al Gobierno, en Salamanca, donde asiste a la Cumbre Iberoamericana, que verifique si los inmigrantes que entran clandestinamente en España quieren asilo político o refugio antes de proceder a su expulsión, informa Efe. Annan vaticinó también que la presión migratoria seguirá existiendo: "No podemos pararlo. Lo importante es que tomemos medidas para abordarlo con eficacia".