El BCE prepara el terreno para una próxima subida de los tipos de interés
La autoridad monetaria europea mantiene una "extrema vigilancia" sobre los precios
La probabilidad de subir los tipos de interés en la zona euro recibió ayer un nuevo empujón. El Banco Central Europeo (BCE) reforzó sus advertencias preparando el terreno para una posible alza del precio del dinero. Lo que le preocupa al banco es que el sostenido encarecimiento del petróleo se traduzca en un aumento de la inflación en la zona euro. La autoridad monetaria señala: "Es necesario observar una extrema vigilancia a la vista de los riesgos inflacionistas". El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ya advirtió el pasado día 6 en el Consejo de Atenas de que la subida de tipos se podía producir "en cualquier momento". La mejora de las expectativas de la economía en el segundo semestre da más libertad de acción al banco.
El BCE subraya la importancia de mantener los actualmente "muy bajos tipos de interés" para seguir apoyando la actividad económica. Pero advierte de que "para que este apoyo continúe es esencial que las expectativas de inflación permanezcan firmemente ancladas en los niveles que aseguren la estabilidad de los precios". Para el BCE, los precios permanecen estabilizados cuando crecen a un ritmo que no supera el 2% anual. Las últimas previsiones de Eurostat, la oficina estadística comunitaria, estimaban un aumento del 2,5% en septiembre. La cifra reflejaba un notable incremento respecto al mes anterior (2,2%).
La inquietud del banco se detalla en su análisis de octubre, al señalar que "actualmente no hay ninguna indicación que refleje que los precios del petróleo se moderarán de forma significativa en los próximos meses". En su opinión, más bien los mercados esperan que los precios permanezcan altos debido a la fortaleza de la demanda y a la menor capacidad de refino ocasionada por el huracán Katrina.
Respecto a las medidas para paliar los efectos de este encarecimiento, el BCE se muestra contrario a los incentivos fiscales. "Los subsidios y la fijación artificial de precios máximos que limitan el precio del petróleo y de los productos petrolíferos afectan negativamente al mercado mundial y han de evitarse", sentencia. El texto añade: "Todas las economías tendrán que ajustarse finalmente al aumento de precios del petróleo".
La preocupación por el crudo fue ayer expresada también por el comisario europeo de la Energía, Andris Piebalgs. Para éste, "los precios del petróleo permanecen demasiado altos, dañando a los ciudadanos y a las empresas de la Unión Europea". Piebalgs hizo un llamamiento a las compañías petroleras para que se "comporten de una manera más responsable, invirtiendo parte de sus beneficios derivados de los altos precios en aumentar la producción donde sea necesario y en elevar la capacidad de refino".
En su análisis, el Consejo del Banco advierte también de los efectos sobre la inflación derivados de la fortaleza del crecimiento del dinero en circulación, por encima del 8%, y de la demanda del crédito. Sobre este punto expresa su preocupación por el fuerte aumento de la demanda de créditos hipotecarios, lo que exige "un control más próximo del mercado de la vivienda". Para la entidad responsable de la política monetaria de los 12 países del euro, el fuerte crecimiento monetario y del crédito en un contexto de amplia liquidez supone también "un riesgo para la estabilidad de los precios en un horizonte de medio y largo plazo".
Presupuestos equilibrados
El BCE redobla sus recomendaciones en materias ya clásicas en su análisis: el deficiente funcionamiento del mercado de trabajo y la reducción de los desequilibrios presupuestarios por parte de los Gobiernos, que ahora ultiman los Presupuestos para 2006.
En relación con el mercado laboral, el BCE advierte de que "no hay espacio para la complacencia". "En algunos países de la zona euro", precisa, "el desarrollo de los salarios ha excedido sustancialmente y persistentemente los incrementos de la productividad". Su preocupación deriva de que un crecimiento sostenido de los costes salariales durante un periodo prolongado aumente las presiones inflacionistas y genere pérdidas de competitividad.
Para el Banco Central Europeo es esencial aprovechar la preparación de los Presupuestos de 2006 para realizar las reformas necesarias para avanzar hacia la consolidación fiscal y ajustar su actividad a los nuevos precios de la energía.
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