Rojo garantiza que no habrá ninguna fusión si no participa la caja alavesa
El presidente de la BBK afirma que el proceso de integración "mantiene toda su vigencia"
El presidente de la Caja Vital, Gregorio Rojo, aseguró ayer que está en condiciones de asegurar que no habrá una fusión de las cajas vascas limitada a las de Vizcaya y de Guipúzcoa, en su primera manifestación tras anunciar el martes el PSE-EE -la formación que le aupó al cargo- que congela de momento el proceso de integración. "Quiero garantizar que no habrá combinaciones o alianzas extrañas y parciales que dejen a Álava y a la Vital fuera de juego", señaló.
Rojo compareció por primera vez desde que los socialistas, forzados por el rechazo frontal a la iniciativa del PP, que gobierna el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava, paralizasen en la práctica la iniciativa de los presidentes de las tres entidades. "El proyecto se aparca, pero no se entierra", dijo, antes de recalcar que seguirá trabajando con sus homólogos de la BBK, Xabier de Irala, y la Kutxa, Carlos Etxepare, en espera de "un mejor momento".
El presidente de la Vital, que leyó una declaración sin admitir preguntas de los periodistas "por prudencia", anunció su intención de seguir dedicado "a establecer las alianzas estratégicas necesarias para reforzar la posición competitiva, el futuro empresarial y el compromiso social de Caja Vital".
Gregorio Rojo afirmó que la entidad que preside está ahora mismo en una posición "envidiable", pero dudó que pueda mantenerla si no hay fusión. Recordó que siempre manifestó que que nada se haría sin consenso y que el Ministerio de Hacienda, el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, las patronales vascas y Confebask, las Cámaras de Comercio, los sindicatos y las direcciones nacionales de los dos grandes partidos dieron luz verde o alentaron el proyecto. "Los vetos", reprochó, aunque sin mencionar expresamente al PP vasco, "han impedido que los protagonistas sean la caja, la economía, la competitividad, el progreso, nuestros propios impositores y clientes".
El presidente de la Vital afirmó también que no permitirá que se perjudique a la entidad "alterando y contaminando" su actividad desde actitudes "irresponsables e interesadas". Por ello, anunció, seguirá trabajando "de la mano" y "desde la responsabilidad" con los presidentes de BBK y Kutxa para "establecer las alianzas estratégicas necesarias" para asegurar el futuro de la entidad. "Habrá que esperar un mejor momento, en el que el desencuentro de la política no lo contamine todo", concuyó.
La BBK colgó ayer tarde en su web (www.bbk.es) una carta abierta de su presidente a toda la plantilla titulada Seguimos adelante, en la que Irala parece querer relativizar la gravedad del contratiempo sufrido por el proyecto. "Nos encontramos en un escenario previsible, que ya habíamos contemplado", señala. A su juicio, lo ocurrido "encaja perfectamente dentro del marco de negociación y acercamiento político entre las diversas visiones que existen en torno a este proyecto". Xabier de Irala reivindica incluso la legitimidad de que el debate se haya trasladado al terreno político. "Así debe ser", afirma, porque es "precisa y necesaria su aportación y consenso [de los partidos], entre otros asuntos, para favorecer el cambio legislativo" que la operación requiere.
"El proceso en el que estamos trabajando", añade el presidente de la BBK, " mantiene hoy toda su vigencia. La realidad es muy tozuda y más allá de las lógicas dificultades por las que deberá atravesar en un futuro, la integración de las cajas es necesaria". "Vamos a seguir trabajando para hacerlo posible", finaliza Irala su comunicación, en la misma línea del presidente de la Vital.
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