Centroamérica pide ayuda internacional

Los Gobiernos de México y de los países centroamericanos, especialmente Guatemala y El Salvador, afrontan los efectos devastadores del huracán Stan, que ha causado más de 200 muertos, cientos de miles de afectados y cuantiosos daños materiales. El presidente mexicano, Vicente Fox, anunció ayer que su Gobierno destinará fondos de los excedentes de la venta del petróleo para apoyar a la población afectada. Sus homólogos salvadoreño y guatemalteco han pedido a la comunidad internacional ayuda urgente. Una veintena de turistas españoles que visitaban la zona afectada en Guatemala quedaron aislados como consecuencia de los destrozos causados por el huracán. Todos se encuentran a salvo y anoche estaban a la espera de ser evacuados.

El presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, ha suspendido su viaje a la Cumbre Iberoamericana de Salamanca, y Fox evalúa una decisión similar. Las cifras de víctimas pueden aumentar en las próximas horas debido a que hay cientos de personas desaparecidas. Es el caso, por ejemplo, del deslizamiento de tierra en el departamento guatemalteco de Santiago Atitlán, donde hubo 55 muertos y los equipos de socorro buscan a no menos de 200 personas. Las cifras oficiales dan cuenta de 146 víctimas mortales en Guatemala. Las previsiones meteorológicas indican que la depresión tropical Stan se ha alejado del país, y que las condiciones mejorarán el fin de semana. El riesgo de derrumbe y otros daños persisten debido a la humedad reinante.

El ambiente de tragedia nacional también se respira en El Salvador, donde las cifras oficiales dan cuenta de 67 muertos y más de 53.000 evacuados. Pocas fueron las calles que no sufrieron estragos por las inclemencias del tiempo. Los salvadoreños subrayan que en cinco días ha llovido como no se había visto en los últimos 30 años. La prioridad es ahora la remoción de los derrumbes. Honduras también recibió un duro castigo.

En México, el Stan ha causado 18 muertos y 607.000 personas se han visto afectadas en alguna medida. Las autoridades han declarado el estado de emergencia en 241 municipios; 242 carreteras y caminos están afectados por las inundaciones y 55 puentes están inservibles. El Estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, ha llevado la peor parte, con más de medio millón de damnificados.

El Gobierno federal ha enviado refuerzos policiales para prevenir el pillaje de comercios y casas que han sido evacuadas en Tapachula, cuyos habitantes están incomunicados desde el lunes. Las comunidades aisladas ascienden a 440, según datos de Protección Civil. "Estamos inmersos en una tragedia, todavía no podemos hacer un recuento de daños", señaló el gobernador chiapaneco, Pablo Salazar.

Puentes colapsados

Sara Hernández, vecina de Tapachula, declaró que desde el martes la ciudad está incomunicada, al haberse colapsado los cuatro puentes de acceso por la carretera de Tuxtla Gutiérrez. Todos los ríos que pasan por la ciudad se han desbordado, y las colonias en las orillas han quedado sepultadas bajo las aguas, afectando a unas 2.200 viviendas. La estación migratoria, donde se alberga a los centroamericanos detenidos por entrar ilegalmente en México, ha sido habilitada provisionalmente como albergue para los desplazados.

Antes de viajar por segunda vez esta semana a Tapachula, el presidente Fox reconoció la gravedad de los daños en el sureste del país -"hay cientos de miles de familias en desgracia", dijo, e indicó que los recursos excedentes del petróleo (unos 1.700 millones de dólares) se transferirán a los Estados más afectados por el huracán. Se trata esencialmente, además de Chiapas, de Veracruz, Puebla, Oaxaca y Guerrero.

El presidente salvadoreño puso de relieve los problemas de infraestructura de los países de la región, que les hace más vulnerables ante una catástrofe natural. "A largo plazo, tenemos que rediseñar la ciudad [de San Salvador] y el resto de la zona metropolitana. Esta es una ciudad planeada en 1920 y hay que hacer muchos cambios", reconoció. Elías Saca está dispuesto a reorientar tres préstamos para atender las demandas urgentes de su país -"el próximo invierno debe encontrarnos preparados"-, y ha dicho a sus conciudadanos que aceptará ayuda de todos, sin tener en cuenta la ideología de los donantes, incluidos los presidentes venezolano, Hugo Chávez, y el cubano Fidel Castro, líderes con los que Saca tiene pocas coincidencias políticas.

Entre 20 y 23 turistas españoles, quienes visitaban la zona de Atitlán, la más castigada por el paso del huracán , quedaron aislados como consecuencia de los destrozos, pero todos se encuentran sanos y salvos y esperaban ser evacuados, según confirmó el teniente de la Guardia Civil José Garrido, del Consulado de España en Guatemala, informa José Elías. El agente añadió que no se tiene noticia de que algún español, residente o visitante, haya resultado dañado. Uno de los españoles que quedaron atrapados, Nora Arteche, dijo en declaraciones a una radio local que ella y otros tres españoles se encontraban refugiados en la iglesia de San Marcos La Laguna. Su testimonio sobre la situación es un reflejo de la secuela de las lluvias en la región. "El pueblo es un desastre. Todas las calles están destruidas. Mucha gente se ha quedado sin casa y estamos completamente aislados", dijo.