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Benedicto XVI impone un 'apagón informativo' en el sínodo de los obispos

Los portavoces del Sínodo de los Obispos, uno por cada grupo lingüístico, perdieron ayer la principal de sus funciones: trasladar a los periodistas lo dicho por los prelados, más allá de boletines oficiales diarios. No sólo deberán callar sobre lo que oyen en la llamada "hora de intervenciones libres", vendida como la gran novedad del primer sínodo de la era Ratzinger, sino que ni siquiera podrán revelar el nombre de los oradores. El apagón informativo, ordenado por el Papa, tiene que ver con la execración del arzobispo Willian Levada contra los políticos que no combaten el aborto.

Arzobispo de San Francisco (EEUU) hasta que Benedicto XVI lo nombró su sustituto al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (la antigua Inquisición), Levada dijo el martes que es pecado votar a políticos católicos pusilánimes ante leyes que ignoran la doctrina moral del Vaticano, y también que esos políticos deben ser excluidos de la eucaristía.

Benedicto XVI introdujo en este sínodo una hora de "intervenciones libres" cada día, entre las seis y las siete de la tarde, libres del rígido reglamento de unas asambleas ordinarias cuyos discursos se publican en densos boletines diarios. Se daba por hecho (así sucedió el primer día), que los portavoces ofrecerían en sus conferencias de prensa diarias detallada información, también, sobre lo escuchado en esa hora de "discusión libre".

La apertura duró un día, hasta que los periódicos dieron cuenta de lo que Levada dijo el lunes. (Ver EL PAÍS del miércoles). Pese a que lo publicado correspondía con lo dicho por el nuevo "policía de la fe", el Papa pidió un primer apagón: sólo se informaría sobre el nombre de los intervinientes, no sobre lo dicho por cada uno, y menos de forma detallada. Ayer se decidió que ni siquiera eso. La nueva orden es que los periodistas no deben conocer ni los nombres de los oradores, ni su nacionalidad. Nada. Sólo los argumentos tratados, y muy en general, tipo "la presencia real de Cristo en la eucaristía", "la transustantación", o "la adoración eucarística".

No obstante el secretismo, los temas de preocupación de los 24 oradores en la última hora de "discusión libre" sobre la que hay noticias no oficiales (la del miércoles) siguen siendo los de días atrás: el celibato obligado de los sacerdotes, la ordenación de laicos casados, las leyes que despenalizan el aborto voluntario, la alarmante falta de sacerdotes y vocaciones y los abusos crecientes en la liturgia eucarística y la comunión, entre otros.

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