Rajoy sostiene que dirigentes del PSOE negocian con el PP para bloquear el Estatuto

Mas de media hora estuvo ayer el presidente del PP, Mariano Rajoy, atacando al PSOE y a su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, por la aprobación del Estatuto catalán en el Parlamento autónomo. Después se le preguntó: "¿Le han tendido puentes desde el PSOE para descarrilar el Estatuto?". Y en un tono misterioso, se limitó a contestar: "Sí, hay gente del PSOE que se ha dirigido al Partido Popular. Es más, estamos hablando". Ni en público ni en privado quiso Rajoy ni nadie de su partido aclarar a quién se refería, ni dar ningún tipo de detalle sobre esa supuesta e indemostrable negociación.

Mariano Rajoy elevó ayer varios grados su crítica al Estatuto catalán y al que considera su principal promotor, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El líder de la oposición sostuvo en un almuerzo organizado por el Foro ABC que ha sido el jefe del Ejecutivo quien ha "alentado y nutrido" el que definió como "Estatuto Zapatero". En realidad, Rajoy explica la actual situación política de la siguiente manera. Fue el presidente quien dijo en Barcelona: "Apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán". También él defendió en el Senado que el concepto de "nación" era "discutido y discutible". Por tanto, concluye el presidente del PP, "ha sido la carencia de criterio y de liderazgo que caracterizan al señor Zapatero, su ambigüedad y su incapacidad para desplegar convicciones en momentos en los que es necesario hacerlo, lo que ha dado alas a Pasqual Maragall para llevar las cosas hasta aquí".

Rajoy no se quedó en ese análisis. A pesar de que la reforma es, en su opinión, "un Estatuto que revienta la Constitución, quiebra la solidaridad y esteriliza la convivencia", el presidente sigue sosteniendo "que no pasa nada". Y esto, cree el líder de la oposición, se acabará volviendo en su contra, hasta el punto de que Rajoy llegó a decir: "Da la impresión de que el presidente se está ahorcando con su propia soga, y por eso es incapaz de explicarnos cuál es el noble empeño que le lleva a modificar la Constitución".

Su intervención inicial estuvo cargada de ataques contra el presidente, pero fue en las respuestas a las preguntas seleccionadas por el moderador cuando Rajoy lanzó el dardo más afilado, dejando caer que algunos dirigentes del PSOE se han acercado al principal partido de la oposición para que les ayude a hacer descarrilar el Estatuto. Pero ni en los corrillos que se formaron después ni en distintas llamadas nadie del PP pudo confirmar con quién se habrían realizado esos contactos, y qué alcance tienen. Fuentes de la dirección popular rehusaron dar más detalles incluso a costa de asumir el riesgo de que una revelación como esa, sin más detalles, pueda tener mucha menos credibilidad que si se apuntara a alguien en concreto.

La única pista que se ofreció por parte del PP es el pacto alcanzado en la mañana de ayer, y citado públicamente por Rajoy, entre el PSOE y el PP de Castilla-La Mancha, para firmar un manifiesto en el que se señala que "ningún Parlamento, Asamblea o Cortes de ninguna comunidad autónoma puede decidir por su cuenta cómo se organiza el Estado español ni modificar el concepto de nación española". Rajoy también aludió a otra crítica al Estatuto que llegó ayer desde el PSOE, en este caso de los socialistas extremeños. El Grupo Parlamentario Socialista registró en la Asamblea de Extremadura una proposición no de ley contra el concepto de solidaridad que plantea el Estatuto de Cataluña. "Yo suscribo todo esto", concluyó Rajoy.

El presidente del PP había comenzado su intervención anunciando que él tiene mucha capacidad para la moderación y que pretende "huir de todo tremendismo y evitar que se generen más tensiones de las que ya existen". Pero después de sus múltiples ataques, concluyó: "Estamos ante una hora difícil para España, pero sé que no estamos solos. España es de todos y para todos. Jamás aconsejaré a los españoles que malversen esa riqueza que es nuestra mejor fuente de riqueza. Al contrario, los convocaré siempre para conservarla, para mejorarla y, como nos toca hacer hoy, para defenderla".

Rajoy también tuvo palabras duras para los dirigentes catalanes. "Cataluña se merece algo más que el sainete cómico en que se ha convertido la política de la Generalitat", dijo. Después de asegurar que él admira a Cataluña, sostuvo que la reforma "la separa peligrosamente del resto de España, y le impone un modelo que maniata la libertad y la sumerge en un escenario de intervencionismo dirigista que pone en grave riesgo su crecimiento económico y su prosperidad".

En su opinión, a esta crisis también ha contribuido el Gobierno catalán, que "deja desatendidos los problemas reales, como se puso de manifiesto en la lamentable gestión del Carmel", y ha "elevado hasta el absurdo" las expectativas de autogobierno. "Todo ello es consecuencia de los delirios de una clase política que ha querido pasar a la historia guiada por el interés personal y la demagogia", concluyó.