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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

Zapatero asegura que Rabat tiene el mismo interés que España en controlar la inmigración

La cumbre hispano-marroquí acuerda contener "con determinación" las avalanchas humanas

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer el más firme apoyo a la actuación de Marruecos en los trágicos incidentes registrados en estos días en las fronteras de Ceuta y Melilla, que tendió a atribuir, paradójicamente, a los buenos resultados de la política de inmigración de su Gobierno. "Quiero trasladar a los medios de comunicación y a la opinión pública que Marruecos y España tienen el mismo interés en evitar la inmigración clandestina", manifestó en su comparecencia ante la prensa tras concluir la cumbre hispano-marroquí en Sevilla.

El presidente y el primer ministro marroquí, Driss Jettu, anunciaron que han ordenado una "investigación conjunta" de los saltos de las vallas fronterizas en los últimos días; que reforzarán la coordinación para combatir este fenómeno y que cooperarán en pro del desarrollo económico de otros Estados a fin de atajar "el problema de fondo", que, según Zapatero, "es África y su miseria".

Ambos dirigentes negaron, por otra parte, que haya habido por parte de cualquiera de ellos algún tipo de imprevisión o negligencia que explique las avalanchas de inmigrantes sin papeles en Ceuta y Melilla. Marruecos informó de que ha elevado de 7.000 a 8.600 el número de gendarmes desplegados en sus territorios limítrofes con España.

Zapatero se comprometió, finalmente, a apremiar al próximo Consejo Europeo para que la UE aplique plenamente los mecanismos de cooperación ya aprobados con objeto de fortalecer su frontera sur entre España y Marruecos, así como a movilizar a la diplomacia española a fin de que Argelia, el resto del Magreb y los Estados emisores de la emigración cooperen al máximo en la solución de un problema que, según señaló Jettu, excede de las posibilidades de los dos principales países afectados.

"El Gobierno ha venido reforzando los medios materiales y los efectivos humanos dedicados a este problema. Y ha tomado medidas preventivas, como la elevación a seis metros de la valla de seguridad en torno a Melilla. Quizás esto explique lo ocurrido en los últimos días", señaló Zapatero, tras destacar los esfuerzos marroquíes por contener las últimas avalanchas.

Insistió, además, el presidente en que el balance de estas políticas en 2005 es "positivo", ya que se ha producido "una reducción muy importante" -en torno "al 40%", precisó, aunque el comunicado oficial de la cumbre habla del 37%- de las interceptaciones de inmigrantes irregulares en las costas peninsulares españolas, y en Ceuta.

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Jettu se esforzó, por su parte, en transmitir a los periodistas españoles que la inmigración ilegal no es ningún regalo para su país. "Los inmigrantes subsaharianos plantean muchos más problemas sociales y económicos a Marruecos que a España", aseguró. "Si algunos cientos de ellos han logrado pasar estos días a Ceuta y Melilla, son miles, por no decir decenas de miles, los que están en nuestras ciudades, desde Tánger, al norte, hasta Agadir, en el sur".

Como datos que apoyan la afirmación de Zapatero de que el interés de Marruecos en este problema es tan relevante como el de España, el primer ministro marroquí informó del despliegue de otros 1.600 gendarmes, realizado, afirmó, la semana pasada, y cifró en "varios centenares" el número de intercepciones realizadas por las mismas fechas.

El ministro marroquí de Interior, Mustafá Sahel, informó al plenario de la cumbre de que la frontera de Ceuta fue reforzada ayer con 1.000 gendarmes y con otros 600, la de Melilla. También cifró las interceptaciones de inmigrantes sin papeles practicadas por Marruecos durante lo que va de año en 23.000, de las que 16.000 corresponderían a subsaharianos.

Otras fuentes gubernamentales y diplomáticas aseguran que es genuina la convicción española de la buena marcha de la cooperación con Marruecos frente a este problema.

Tanto Zapatero como Jettu hablaron ayer del "dolor" que les causa los últimos sucesos. Y prometieron seguir coordinando sus policías, servicios de información y aparatos de justicia hasta lograr la misma eficacia que frente al narcotráfico y el terrorismo, otro campo en el que Zapatero aseguró que la cooperación con Marruecos es "rápida y ágil, enormemente satisfactoria".

La cumbre no registró avances en el problema de la repatriación de los menores marroquíes que llegan solos a España, y para los que una comisión bilateral estudia la posibilidad de crear centros de acogida en Marruecos, con financiación española.

Driss Jettu (izquierda) y Zapatero, en su comparecencia tras la cumbre.
Driss Jettu (izquierda) y Zapatero, en su comparecencia tras la cumbre.

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