La Fiscalía de Roma acusa al gobernador del Banco de Italia

El Consejo Superior del Banco de Italia, único organismo con capacidad para despedir al gobernador de la institución, renovó ayer su confianza en Antonio Fazio. Casi al mismo tiempo, la Fiscalía de Roma anunció que Fazio había sido inscrito en el registro de acusados por un presunto delito de abuso de cargo público, dentro del sumario abierto por las irregularidades registradas en el transcurso de la OPA de Banca Popolare Italiana (antigua Popolare di Lodi) sobre Banca Antonveneta. La fiscalía anunció también que el gobernador del Banco de Italia iba a ser sometido a un primer interrogatorio en los próximos días.

De forma paradójica, el polémico gobernador se reforzó en su puesto el mismo día en que su criticada gestión de las OPA planteadas sobre Antonveneta y Banca Nazionale del Lavoro fue oficialmente considerada delictiva por los fiscales. El Ministerio de Economía, la oposición parlamentaria, la patronal Confindustria y los sindicatos siguieron reclamando la dimisión de Fazio.

Los miembros del Consejo Superior, representantes de las delegaciones del Banco de Italia en las principales ciudades italianas y nombrados por los bancos privados, propietarios de la institución, se reunieron a primera hora de la tarde y expresaron de forma unánime su deseo de que Fazio se mantuviera en su puesto. El abogado turinés Paolo Emilio Ferreri, miembro más anciano del Consejo, declaró que "escuchados todos los consejeros, ninguno de ellos consideró necesaria la convocatoria del Consejo en reunión extraordinaria". Esa reunión habría sido necesaria para votar el cese de Fazio en las funciones de máximo responsable del sistema financiero italiano. "La mayor parte de los consejeros", siguió Ferreri, "aprovechó la ocasión para manifestar expresiones de confianza en el gobernador".

En el Consejo Superior, deben votar dos tercios de los 13 miembros que componen el órgano, excluyendo al gobernador, para que la dimisión sea efectiva. Mientras tanto, el gobernador del Banco de Italia parece no tener ninguna intención de dejar su puesto vitalicio, pese a que el pasado 27 de septiembre lo pidió el propio el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi.

Antonio Fazio optó por no acudir a otra reunión, la del Comité Interministerial para la Programación Económica, que estudió la situación del endeudamiento nacional italiano en la sede del Ministerio de Economía. Adolfo Urso, viceministro de Actividades Productivas (Industria), consideró que el absentismo del gobernador hacía aún más perentoria la necesidad de que dimitiera.

El presidente de la patronal Confindustria, Luca Cordero di Montezemolo, también presidente de Fiat, comentó durante un viaje oficial a Londres que la situación del Banco de Italia había pasado "de paradójica a humillante" y dañaba tanto la credibilidad internacional de Italia como el funcionamiento del sistema bancario nacional. "Pero, con el reglamento en la mano, sólo pueden resolver la crisis los miembros del Consejo Superior del Banco de Italia", agregó.

Abuso de poder

Por otro lado, se hizo público que la Fiscalía de Roma investiga oficialmente al gobernador del Banco de Italia, desde agosto por el hipotético delito de abuso de poder. Hasta el momento, las autoridades habían mantenido en secreto la inscripción del nombre de Fazio en el registro de investigados de Roma, que se produjo los primeros días de agosto en relación con las pesquisas sobre la escalada de la Banca Popolare Italiana (BPI) para hacerse con Antonveneta.

Fazio se encuentra en el ojo del huracán desde este verano, ya que se le acusa de haber favorecido a la BPI en detrimento de la holandesa ABN Amro para hacerse con el control de Antonveneta, aunque al final la Popolare Italiana arrojó la toalla y vendió su cuota al grupo neerlandés.