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Reportaje:CINE DE ORO

'La cuadrilla de los 11'

Con la película que consagró al 'rat pack' de Sinatra concluye Cine de Oro de EL PAÍS

Diego A. Manrique

Las convenciones de Hollywood dictan que las películas sean atribuidas a su director. En el caso de La cuadrilla de los 11 (Ocean's eleven), olvídenlo. Es legítimo hablar de autoría colectiva: la gamberra obra de una banda de golfos conocida, por una ocurrencia de Lauren Bacall, como The rat pack (La pandilla de las ratas), aunque su capo, Frank Sinatra, prefería el más dignificado nombre de The Summit (La Cumbre). En 1960, tras él estaban Dean Martin, Peter Lawford, Sammy Davis Jr. y el humorista Joey Bishop.

Fue Lawford quien compró la historia a Gilbert Kay, cineasta de la serie B que había oído hablar de unos soldados que, finiquitada la II Guerra Mundial, se reciclaron en ladrones aprovechando su entrenamiento militar. Lawford sabía que la productora de Sinatra debía una película a Warner Bros. A Frank le atrajo la idea de rodar con sus colegas en su feudo particular, Las Vegas. Jack Warner quedó encantado: La cuadrilla de los 11 iba a ser la película de La Cumbre, entonces lo más caliente del showbiz estadounidense. El encargo de dirigirla cayó en Lewis Milestone. Quizá no se lo explicaron claramente al veterano realizador: intentó contar con profesionales como Jack Lemmon, antes de entender que el director de casting era míster Sinatra. Frank tampoco sufrió por el guión, elaborado entre 1958 y 1959 por unas 10 personas, incluyendo a Billy Wilder. Como dijo un productor, aunque La cuadrilla de los 11 hubiera presentado a las ratas leyendo un listín telefónico, aun así habría atraído multitudes.

Conscientes de su carisma, los principales protagonistas no se esforzaron en memorizar el texto: hubo escenas espontáneas y cartelones donde los más vagos leían sus frases. Sinatra fue generoso en la remuneración a sus amigos e indispensable a la hora de allanar el camino: convenció a los directores de los casinos de Las Vegas, logró la cooperación de la policía del condado de Clark. Todos iban a ganar: enero y febrero, cuando se rodó, son tradicionalmente meses bajos en la ciudad del pecado. Pero en 1960 hubo un lleno total. La gran noticia en EE UU era que las ratas iban a actuar en el Hotel Sands, del que Sinatra poseía el 9% mientras hacían una película.

Merecidamente, el rodaje de La cuadrilla de los 11 ha entrado en la leyenda. La Cumbre era el gran imán y todos los que querían contagiarse de su brillo pasaron por el Sands. Mafiosos discretos, desde luego, pero también el futuro presidente, John F. Kennedy: aparte de recaudar clandestinamente un millón de dólares, tuvo tiempo de correrse una juerga al estilo del clan, iniciando una aventura amorosa con Judy Campbell, una novia de Sinatra de talante independiente. No todos se divirtieron. Sammy había sido readmitido en La Cumbre tras criticar públicamente a Frank, que se vengó dándole aquí el papel de conductor de un camión de basura (nada casual que Sinatra se quedara el papel del ex sargento Danny Ocean, jefe de la banda). También se cuelan bromas a cuenta de su color que no le hicieron muy feliz: comenzaba entonces una relación secreta -no estaban bien vistas las parejas mixtas- con la actriz sueca May Britt.

Tampoco disfrutó mucho Milestone: su plan de trabajo sufrió por el ritmo nocturno de las ratas. La hora de presentarse dependía de la intensidad de la orgía de la noche anterior. Sinatra fue el peor: decía ser actor de una sola toma y arrancaba páginas del guión si decidía que iban a complicar su hedonista vida. Se aseguró, eso sí, de que participaran sus íntimos, desde el vibrafonista Red Norvo hasta Shirley Temple, que improvisa una tierna escena como una chica que se emborracha en la Nochevieja del robo.

Técnicamente, La cuadrilla de los 11 retrata un caper, uno de esos ingeniosos golpes que -sin gran violencia- hacen ricos a sus perpetradores; en realidad, es la excusa para que La Cumbre se exhiba. En la pantalla, pasan 52 minutos antes de que se hable del plan mediante el cual piensan saquear simultáneamente cinco casinos. Acostumbrados al mecanismo de relojería con que se suelen desarrollar esas películas, este asalto a Las Vegas parece hoy una broma: en 1960, los señores del juego elevaron tímidas quejas ante una ficción que presentaba unas risibles medidas de seguridad. Pero es una comedia, debió responderles Sinatra. Lo pretende, desde luego, con diálogos sabrosos (aplanados por el doblaje español, aunque el DVD permite superponer subtítulos en inglés y reparar la masacre). Una comedia autoindulgente, donde se para la acción para insertar canciones -de Sammy Cahn y Jimmy van Heusen- interpretadas por Dino o Sammy (Frankie no se molestó en cantar). Milestone vertebró lo rodado con un buen score de Nelson Riddle, el director de orquesta favorito de Sinatra. Los títulos de crédito de Saul Bass dan empaque el inicio.

La cuadrilla de los 11 resultó un éxito considerable...y fue olvidada según aceleraron los años sesenta. Hasta que en 2001 hubo un imaginativo remake a todo lujo, a cargo de Steven Sodebergh (y, ya en 2004, una secuela, Ocean's twelve). El péndulo se ha desplazado y el rat pack encarna ahora un envidiable modelo de vida. En el comentario en off de Angie Dickinson, que interpretó a la frustrada esposa de Sinatra, se asombra al ver ahora que los "chicos" fuman, beben y tratan crudamente al sexo femenino. Lawford proclama que "sólo miente a las mujeres"; Martin quiere entrar en política para "esclavizarlas".

Para George Clooney, Brad Pitt y demás estrellas de la última versión, se trata de revivir el espíritu permisivo, la solidaridad masculina del rat pack. Gente con clase, en la cima de sus profesiones, tan seguros de su poder como para no sudar demasiado. La cuadrilla de los 11 es el epitome del estilo cool de finales de los cincuenta, el "que coman tarta" de unas figuras arrogantes que, vaya indignidad, pronto iban a ser barridas por cuatro mocosos de Liverpool.

Este texto se incluye en el libro-DVD de La cuadrilla de los 11.

Peter Lawford, Dean Martin, Sammy Davis, Jr. y Frank Sinatra, en <i>La cuadrilla de los 11.</i>
Peter Lawford, Dean Martin, Sammy Davis, Jr. y Frank Sinatra, en La cuadrilla de los 11.

Golfos, mujeriegos y triunfadores

La cuadrilla de los 11 se realizó en 1960. Sus intérpretes principales fueron Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford, Angie Dickinson, Richard Conte, Shirley MacLaine, César Romero, Patrice Wymore, Joey Bishop, Akim Tamiroff y Henry Silva.

Director: Lewis Milestone. Guión: George Clayton Johnson y Jack Golden Russell. Fotografía: William H. Daniels. Música: Nelson Riddle y Jimmy van Heusen.

Golfos, mujeriegos, triunfadores, el grupo de amigos capitaneados por Sinatra forman ya parte de la historia del placer. En DVD, La cuadrilla de los 11 contiene las voces en off de Angie Dickinson y Frank Sinatra junior, una mina de información trivial sobre la película, aparte de un fragmento del televisivo Tonight show with Johnny Carson, donde Angie Dickinson y Frank Sinatra senior evocan, entre risas, el rodaje en la ciudad de Las Vegas.

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