_
_
_
_

La soldado England es condenada a tres años por torturar en Irak

EE UU cierra los juicios por los abusos de la cárcel de Abu Ghraib

Yolanda Monge

La soldado Lynndie England, la imagen de la vergüenza de las torturas del Ejército de Estados Unidos a los presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, fue declarada culpable de maltratar a prisioneros y sentenciada el martes a tres años de prisión. England recibirá una baja deshonrosa. La soldado podría haber sido condenada hasta a nueve años de prisión. England se disculpó en público por sus acciones y dijo que aún era una patriota estadounidense.

Cuando una de sus abogados le preguntó a England por una foto de su bebé con una bandera estadounidense, ella contestó: "Todavía soy una patriota, señora". England, de 22 años, fue declarada culpable de maltratos, tales como atar por el cuello a un prisionero iraquí desnudo en una sección de la prisión de Abu Ghraib donde no desempeñaba ninguna función.

England, antigua trabajadora de una industria avícola, responsabilizó de sus actos a la relación sentimental que mantuvo con el soldado Charles Garner, líder del grupo que maltrataba a los prisioneros en Abu Ghraib y padre del bebé de England. "Pido disculpas a las fuerzas de la coalición y a todas las familias", dijo Lynndie al jurado, formado por cinco oficiales.Tanto el testimonio de England como la aparición de su bebé en la sala del tribunal fue un claro último esfuerzo para humanizar su imagen en el juicio. Seis cargos pesan sobre England, y todos ellos incluyen en su redacción la frase "postura inadecuada para una fotografía". La publicación de esas imágenes a comienzos de 2004 provocó un grave daño a la imagen de EE UU.

La sentencia sobre England cierra los juicios por los abusos cometidos en Abu Ghraib, cuya responsabilidad ha quedado limitada a soldados estadounidenses de bajo rango. England, a quien el Pentágono ha presentado como un caso aislado en el Ejército, es la última de los nueve soldados que han desfilado por un tribunal militar para rendir cuentas por el escándalo de Abu Ghraib. El Departamento de Defensa ha conseguido así que las torturas en Irak hayan sido juzgadas como algo "esporádico", a pesar de que organizaciones humanitarias como Human Rights Watch han documentado que los malos tratos fueron "regulares y prolongados".

El comandante en jefe del Ejército de Estados Unidos, el presidente George W. Bush, cambió ayer el paso y aparcó los asuntos sobre los huracanes Katrina y Rita para retomar el espinoso asunto de la guerra de Irak. Bush advirtió sobre una probable ola de violencia por parte de la insurgencia en Irak ante del referéndum constitucional previsto para mediados de octubre y las posteriores elecciones generales previstas para diciembre. "Los terroristas intentan con todas sus fuerzas detener el avance de la paz. Nuestras tropas están preparadas", dijo Bush en la Casa Blanca. Bush elogió el progreso de las fuerzas de seguridad iraquíes, que, aseguró, asumen cada vez más responsabilidades en el país. "Tenemos un plan para la victoria, nuestra estrategia es clara", afirmó. "Los terroristas fracasarán, los iraquíes quieren ser libres", sentenció Bush.

England, esposada, tras escuchar la sentencia en Fort Hood, Tejas.
England, esposada, tras escuchar la sentencia en Fort Hood, Tejas.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_