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Una ONG denuncia torturas sistemáticas en los manicomios

Los centros públicos para enfermos mentales de Turquía practican la tortura como forma de castigo. Es, en pocas palabras, la conclusión que se puede sacar del informe Behind closed doors: human rights abuses in the psychiatric facilities, orphanages and rehabilitation centers of Turkey (Detrás de las puertas cerradas: abusos a los derechos humanos en los centros psiquiátricos, orfanatos y centros de rehabilitación de Turquía) que la ONG estadounidense Mental Disability Rights International (MDRI) hizo público ayer en Estambul.

Dos años de investigación fueron necesarios para realizar este estudio que revela más que un problema de salud pública en Turquía, a pocos días de que empiecen las negociaciones de adhesión de Ankara a la Unión Europea. Las fotografías publicadas en el informe son terribles: niños con botellas de plástico que les cubren las manos y los brazos; otros durmiendo en su vomito; ingresos en un psiquiátrico durmiendo en el patio exterior sin atención médica. Y quizá lo más denunciado por MDRI: la práctica de descargas eléctricas a pacientes de centros psiquiátricos, algunos de ellos menores de edad.

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En la conferencia de prensa que dio ayer en Estambul, Eric Rosenthal, el presidente de MDRI, insistió en que su ONG "había identificado prácticas de tortura: el uso de tratamientos con descargas eléctricas sin anestesia", lo que viola la Convención Europea Para la Prevención de la Tortura. "Hemos encontrado a niños huérfanos en centros de rehabilitación atados a su cama, sin el tratamiento ni el apoyo que necesitan para mantenerse con vida", declaró Rosenthal.

Tratamientos inhumanos

"Los tratamientos inhumanos que tiene que soportar son intolerables", denunció el presidente de MDRI, quien también recordó la suerte de "numerosas personas que pueden no padecer ningún trastorno", aunque estén encerradas en un manicomio, porque "son sordas o nacieron en el centro de una madre discapacitada".

La publicación del informe se hace en un contexto político delicado para Ankara. Las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europea deben empezar, en principio, el próximo 3 de octubre. La intención de MDRI no es, sin embargo, impedir esta adhesión si las autoridades turcas asumen sus responsabilidades. "No existe ninguna razón para que esos abusos sean un obstáculo a la adhesión de Turquía a la Unión Europea", dijo Rosenthal, porque "el Gobierno turco puede acabar mañana si lo desea con estos abusos". Las autoridades de Ankara aún no han comentado las conclusiones del informe.

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