Tributos 'verdes' para la nueva reforma fiscal

El Estado contará a partir de 2007 con una nueva herramienta para hacer frente al gasto: los impuestos verdes. El Gobierno prepara una reforma tributaria para aprobar el año próximo que el proyecto de Presupuestos de 2006 define como "una reforma fiscal verde". Basándose en el principio europeo de que quien contamina paga, el Ejecutivo pretende paliar por medio de tributos la incidencia negativa de las actividades contaminantes (gran parte de las que hacen crecer la economía).

Un capítulo de las cuentas del Estado para 2006 esboza cómo se hará esa implantación de nuevos tributos. "Resulta preciso el desarrollo de la capacidad normativa en materia tributaria atribuida tanto al Estado como a los demás entes territoriales". Es decir, el Ministerio de Economía propone que todas las administraciones tengan potestad para fijar impuestos por contaminar. Este departamento argumenta que tales medidas fomentan el uso racional de recursos naturales y contribuyen a la solidaridad intergeneracional.

Más allá de las novedades verdes, la reforma fiscal que prepara el Gobierno (no entrará en vigor hasta 2007) contempla cambios en el IRPF encaminados a rebajar la carga tributaria que soportan los trabajadores. El Ejecutivo pretende instaurar una mayor equidad entre las fuentes del trabajo y otras, con una rebaja del tipo máximo del impuesto (ahora en el 45%) más un posible aumento del tipo que grava los capitales (del 15% al 18%). También se intentará igualar la deducción por hijo de las familias de más renta (ahora se deducen más) con las de menos.

Al mismo tiempo, Economía proyecta una reforma del impuesto de sociedades (el que abonan las empresas por sus beneficios) tendente a rebajar el tipo (35%) y eliminar algunas de las deducciones existentes.