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El FMI pierde la batalla del petróleo

La recomendación del Fondo sobre un aumento de producción llega tarde para frenar los precios

El principal órgano de gobierno del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Comité Monetario y Financiero Internacional, lanzó ayer un mensaje de urgencia para adoptar medidas que frenen la elevación en flecha del precio del petróleo, después de que el Grupo de los Siete (Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) definiera la subida como uno de los asuntos fundamentales de su agenda. En su comunicado difundido la pasada madrugada, el G-7 solicita un aumento significativo de las inversiones en el sector petrolero mundial. El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, elevó ante la asamblea anual del Fondo y del Banco Mundial el tono sobre la importancia del problema energético.

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"Déjenme hablar primero sobre el petróleo", dijo Rato tras referirse a los "nuevos riesgos y desequilibrios causados por los más elevados precios del petróleo".

Las palabras de Rato reflejaban el estado de ánimo generalizado entre los economistas del FMI: ha pasado la etapa indolora de la subida espectacular del precio del petróleo, desde los 20-25 dólares por barril a los 60-65 dólares actuales. Una cosa es que suba porque la demanda de consumo es fuerte; otra que la subida sea el resultado de la escasez o la baja oferta.

La producción excedentaria de petróleo mundial respecto de la demanda se sitúa en 1,5 millones de barriles por día. Ese excedente es el más limitado de la historia. Si bien ha habido periodos en que llegó a 10 millones de barriles, un colchón de 3,5 millones o un 4% de la demanda mundial fue suficiente para mantener los precios, sobre todo en ausencia de grandes consumidores nuevos como China e India. Pero, con la reducción de la capacidad a esos 1,5 millones, las subidas bruscas son inevitables.

Más inversión

"Los países productores de petróleo necesitan continuar con sus programas de inversión para aumentar la producción. Los países consumidores necesitan actuar rápidamente para incrementar la conciencia del público, fortalecer la conservación de la energía y mejorar la eficiencia energética. Deben, también, estimular el desarrollo de fuentes de energía alternativas y comenzar a expandir su capacidad de refino", solicitó Rato.

Estas propuestas pueden sonar fuertes, pero tienen un inconveniente: llegan tarde para un ciclo alcista que se realimenta por efecto de los huracanes Katrina y Rita. Un 50% de la producción de petróleo y gas natural procede de las plataformas del golfo de México, lo que ha anulado de golpe 1,5 millones de barriles por día, como mínimo (ver cuadro adjunto).

La exhortación de Rato discurre en paralelo a los anuncios de algunas petroleras norteamericanas sobre nuevas inversiones. Esta semana, el consejero delegado de Chevron, David O'Reilly, avanzó que varias compañías invertirán 250.000 millones de dólares (207.650 millones de euros) en los próximos tres años en nuevos proyectos. Problema: esta inversión se hará sentir en el futuro, pero es inútil ahora. Si el anuncio se hubiera hecho hace 10 años hoy la oferta de productos refinados bastaría para satisfacer la demanda.

Más allá del petróleo, el FMI sigue de cerca los desequilibrios de la economía estadounidense. En una de sus exigencias más dramáticas, Rato dijo: "La parte de Estados Unidos en la ecuación de los desequilibrios mundiales, reduciendo el déficit fiscal y el exterior, es particularmente urgente". Pero advirtió: "El plan de la Administración es bienvenido, pero los recortes sin precedentes de gasto, fuera de la defensa, que requieren ya eran difíciles de alcanzar antes de la devastación provocada por el huracán Katrina...".

Paul Horsnell, experto en temas de petróleo de Barclays Bank, estima que hay dos hechos que el huracán Rita ha oscurecido y que empeoran la situación. "Uno es la crisis en Basora (Irak) entre las tropas británicas y la policía iraquí. Esta región exportaba petróleo de manera ininterrumpida, a diferencia del norte. El segundo hecho ha sido el recorte de la producción de Rusia", señala en su informe semanal sobre el mercado de petróleo.

El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, en cambio, se estrenó ayer sin referencias a la situación económica ni al petróleo. Promovió medidas de lucha contra la corrupción en los países pobres, transparencia, reforzamiento de los derechos de la mujer, inversiones en educación, infraestructuras y sanidad, sin comprometer, de momento, una fecha para que su entidad apruebe la condonación de 45.000 millones de dólares en deudas de países de África, como acordó el G-7 en junio y julio.

Rodrigo Rato traslada a la asamblea del FMI y del Banco Mundial su mensaje sobre los riesgos energéticos.
Rodrigo Rato traslada a la asamblea del FMI y del Banco Mundial su mensaje sobre los riesgos energéticos.AP

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