Amancio Ortega entra en la puja por la compra del 22% del Santander en Fenosa

El Banco Santander, principal accionista de la eléctrica Unión Fenosa con el 22%, ultima la venta de su paquete de acciones. Dos grupos de accionistas pujan por los títulos. Uno está formado por Amancio Ortega (Inditex), Caixanova y Constructora San José, según han reconocido fuentes conocedoras de la operación, que aseguran que en el otro grupo también figura la ex mujer de Ortega, Rosalía Mera. La operación está valorada entre 2.000 y 2.150 millones de euros (entre 30 y 32 euros por título). Caixa Galicia comunicó ayer que ha elevado su participación en la tercera eléctrica del país del 9% al 10%.

En plena agitación del mercado energético, la venta del paquete de acciones del Santander en Unión Fenosa, un 22%, se daba por segura. La pregunta era quién iba a ser el comprador de la compañía, tercera eléctrica del país, con 8,2 millones de clientes en todo el mundo, más de 19.000 empleados y una deuda (según las nuevas normas contables) de más de 7.300 millones de euros. La incógnita, tras semanas de rumores, está más cerca de desaparecer.

El Santander, según confirmaron fuentes cercanas a la negociación, negocia un acuerdo para vender, a entre 30 y 32 euros por título (con una prima de más del 16% respecto al cierre en Bolsa de ayer), sus 67 millones de acciones de Unión Fenosa con dos grupos inversores rivales. Uno de los grupos está formado por el empresario Amancio Ortega, fundador de Inditex, Caixanova y la Constructora San José del empresario Jacinto Rey. El otro grupo, según fuentes consultadas, está apoyado por la ex mujer de Ortega, Rosalía Mera. Caixa Galicia, que en paralelo ha elevado su participación del 9% al 10% emitió un comunicado anoche en el que niega su presencia en cualquier grupo para comprar el paquete del Santander.

Entrevista con Touriño

El importe de la operación que negocia el Santander superaría los 2.000 millones de euros, proporcionando jugosas plusvalías al banco que preside Emilio Botín. Las negociaciones para esta operación trascendieron apenas un día después de que el actual presidente de Unión Fenosa, Antonio Basagoiti, se entrevistara con el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, no estaban relacionadas entre sí, según precisaron fuentes cercanas a la operación.

Si Caixa Galicia, uno de los inversores que, junto con el Banco Pastor (3% del capital), han formado tradicionalmente el núcleo gallego de la eléctrica, hubiera sumado su oferta a la de los nuevos inversores, las autoridades reguladoras habrían podido forzar el lanzamiento de una OPA al superar los nuevos accionistas el control del 25% del capital.

Además de estas ofertas, fuentes consultadas han manifestado que el banco ha recibido llamadas de otros grupos interesándose por la operación, aunque sin concretar ninguna oferta. Botín, que nunca ha ocultado los deseos del banco de desprenderse de sus participaciones en Unión Fenosa y en la petrolera Cepsa (32,7%), ha negociado la venta de su paquete en la eléctrica (incrementado en marzo y octubre de 2002 hasta lograr el 22% actual) con varios grupos inversores, entre ellos, la petrolera portuguesa Galp.

En Portugal, en plena reordenación energética interna y con la vista puesta en el mercado ibérico de la electricidad, la agitación en el sector energético español se considera una buena oportunidad.

La eléctrica Energías de Portugal (EDP), participada por el Estado, ya controla la eléctrica Hidrocantábrico, y el Gobierno luso considera que la OPA de Gas Natural sobre Endesa, si culmina, puede ser una buena oportunidad para ampliar su presencia estratégica en el mercado peninsular. La cuestión que hay que aclarar, según los analistas, es si la venta al grupo inversor gallego cierra las puertas de Unión Fenosa a la inversión portuguesa o, por el contrario, sólo la retrasa en el tiempo.

Apuesta gallega

La apuesta gallega por Unión Fenosa, que puede culminar con la salida del Santander del capital de la eléctrica, ha sido una constante desde hace años. Victoriano Reinoso, fallecido en mayo de 2002, apenas tres meses después de haber sustituido en la presidencia a José María Amusátegui, se ocupó cuidadosamente de reforzar el flanco gallego de la compañía para lograr un equilibrio, por inestable que fuese, con el peso del Santander.

Las acciones de la eléctrica cayeron ayer un 1,98% y cerraron a 25,70 euros. En el año, las acciones de la eléctrica se han revalorizado un 32,8%. Los títulos del Santander ganaron un 0,88%.